Los animales que llegan a los refugios tienen más que una historia que compartir pero una gatita en especial ha dejado a todos sorprendidos después de que su microchip revelara un dato bastante especial. Tigger, como la han llamado en el refugio, ha vivido más de dos décadas.
El promedio de vida de un gato es de entre 2 y 16 años pero esta amiguita superó por mucho este promedio y sus ánimos le pronostican otros añitos más.
Tigger vive en el refugio de la Sociedad para la prevención de la crueldad hacia los animales de Nueva Hampshire (NHSPCA), en Nueva Inglaterra. La gata llegó al lugar después de que unos voluntarios se enteraran de su caso, la princesa se había quedado sin hogar tras la muerte de su antigua dueña.
Al verla era evidente que la gatita contaba con unos cuantos años pero no sabían su edad con precisión.
En principio la adaptación resultó algo compleja, Tigger no se sentía del todo cómoda en el lugar y extrañaba su antigua casa, así como a su antigua dueña.
Los voluntarios del refugio entendieron la situación por completo y trataron de hacer todo lo posible para que ella estuviese a gusto; sin embargo, aun quedaban cosas por descubrir.
Tigger llegó al refugio con algunos problemas de salud.
La gata se encontraba delgada y quebrantada pero parecía haber algo mucho más allá que eso.
«Estaba delgada y bebía mucha agua cuando entró, y descubrimos que era hipertiroidea, por lo que ahora está siendo tratada. Estaba rígida en sus piernas traseras y ahora está tomando un suplemento de Cosequin [articulación] y ha estado mejorando y parece más cómoda. También tenía una infección urinaria que fue tratada y resuelta», dijo Kelly Marinel, gerente de cuidado de animales en la NHSPCA.
Los encargados de su cuidado descubrieron que la gata tenía un microchip, así que se comunicaron con la compañía para determinar con exactitud su edad. Ninguno había sospechado que Tigger tenía más de dos décadas de vida y allí pudieron comprender muchas de sus actitudes.
La felina tiene exactamente 21 años, según la información arrojada por el microchip.
La salud de Tigger ha mejorado y con ello también su ánimo. Esta es una gatita bastante mimada que ama le cepillen su cabello, ser acicalada y recibir la atención de los voluntarios del refugio. Sin embargo, todos esperan que encuentre pronto un hogar.
Debido a su edad ella es más susceptible a contraer cualquier enfermedad, así que no es tan recomendable que su estadía en el refugio sea muy larga.
La exposición a tantos animales y con ellos bacterias e infecciones, podría ser perjudicial para ella. La felina necesita una familia que pueda brindar la atención adecuada para sus necesidades médicas, pero aparte de eso, una familia dispuesta a recibir a una dulce gatita mayor en su hogar y amarla por el resto de sus días. Cualquiera interesado puede ponerse en contacto con el refugio y llevar a casa esta bolita de amor.
Por favor comparte su historia y hagamos su caso viral para que su nueva familia llegue pronto a ella.