El mundo está lleno de bellezas naturales, la flora y fauna de algunos países es tan variada como su gente. Por ese motivo, los fotógrafos de vida salvaje se deleitan al retratar a tantas criaturas en sus hábitats naturales.
En esta ocasión un hermoso y tierno búho real barrado decidió hacer gala de sus encantos y jugar un ratito con el fotógrafo aficionado Alvin Tan, quien no perdió tiempo de hacer públicas las imágenes.
Este pequeño sorprendió al hombre con sus encantos.
Tan suele visitar parques nacionales en Singapur y hacer excursiones para entrar en contacto directo con la naturaleza y lograr así las más hermosas fotografías. Sin embargo, en esta ocasión, el encuentro con el ave fue enteramente fortuito.
Los búhos reales barrados son especialmente difíciles de apreciar durante el día debido a sus hábitos nocturnos, pero además a su comportamiento desconfiado hacia los humanos.
Pero allí estaba el pequeño, listo para interactuar desde lo lejos con el lente de la cámara que lo retrataba.
La criaturita estaba en compañía de otra ave adulta que se presume podría ser su mamá pero fue ella quien se robó el protagonismo del momento. El pequeño miraba curioso al hombre, aunque no por ello decidió alzar vuelo, contrariamente se lució como pocas veces pueden hacerlo.
El buhito se acicalaba ante el lente de Tan.
El interés del animalito hacia el fotógrafo era evidente, pues en las imágenes se nota la curiosidad con la cual sus grandes ojitos negros miran hacia la cámara situada justo detrás del árbol.
Las ramitas y la altura eran su protección, así que la inteligente ave no se sintió para nada amenazada y se dejó llevar por el momento.
El chiquillo parecía conocer muy bien cómo posar del modo más dulce.
Orgulloso por su trabajo, Alvin compartió la serie de imágenes en el grupo de Facebook Nature Society (Singapur), en el cual no pasó mucho tiempo para que comenzara a despertar decenas de reaccione y comentarios.
La galería del hombre enterneció a todos.
El hombre también explicó que durante los meses de enero y febrero había sabido de avistamientos sorpresivos de estas aves por la zona, pero él no había tenido la ocasión de presenciar ninguno.
Por tal razón su sorpresa y felicidad fueron máximas cuando por fin pudo reconocer a un búho de este tipo entre las ramas.
Además parece haberse topado con un ejemplar bastante amigable dentro de la especie.
Hay que tener bastante suspicacia para reconocer a estos búhos, pues el rasgo característico de la especie es la terminación de sus plumas al borde de sus ojos y parte alta de la cara. El fotógrafo debió verlo a detalle para saber frente a qué clase de búho se encontraba, lo que no supo de entrada era lo tierno que podía ser su modelo.
A la naturaleza hay que contemplarla sin perturbarla como lo hizo este hombre, comparte esta historia y su hermoso trabajo fotográfico.