Los monos de laboratorio en una institución de Florida normalmente se hacen compañía entre ellos cuando no están bajo algún procedimiento. Pero al menos un mono no ha tenido la compañía y muchísimo menos el cuidado que necesitaba.
Loreta era acosada por los demás monos en pánico, ella parece ser la más solitaria del grupo, según el testigo que contó los sucesos. La pobre perdió todo su pelo a causa del estrés y no tiene a nadie con quien compartir.
Loretta es tan solo uno de los monos que han pasado por Primate Product Inc. (PPI). En el 2014 esa compañía importó 1.000 monos a Estados Unidos desde Asia y África. El 63% de ellos fueron sacados de selvas y hábitats naturales. Según la investigación que hicieron, el comerciante que entrega los monos a los laboratorios, incluyendo a aquellos de la Armada, los National Institutes of Health (INH) y los Centers for Desease Control and Prevention (CDC), está ahora bajo investigación por abusar de los animales.
Pero para Loretta el daño ya está hecho. Cuando no es atacada por el resto de los monos, sufre en las manos de los empleados del PPI que hacen experimentos con ella. “Después de perseguirlos, el personal los agarra por la cola y los jala para sacarlos de donde están. Esta maniobra puede causarles un trauma”, dijo un reportaje del U.S. Deparment of Agriculture (USDA). “Después de agarrarlos, los primates son ubicados dentro de una red, a veces junto a otros monos. Se observó en un video que a veces la altura de la red es bajada por el personal y los primates se golpean con el suelo de concreto”.
Ese tratamiento puede causarle serios daños a los primates. Hay peligro de que se disloquen alguna vértebra o incluso pierdan parte de su cola. Una vez que el personal toca a los monos, el trauma no termina. Los pobres también son observados durante procedimientos en los que ni siquiera tienen anestesia.
El video que investigó la USDA es alarmante. Los inspectores encontraron reglamentos violados al menos en 25 ocasiones en mayo de 2015. Cuando volvieron en agosto, el PPI fue citado por tener a los primates en condiciones inhóspitas e insalubres.
Para Loretta y para muchos otros animales, nadie fuera del PPI sabe lo que les ha pasado realmente. Pudo haber sido vendida a otro laboratorio, o aún estar allí. Las personas del laboratorio no han dado declaraciones sobre las atrocidades que se descubrieron, esperamos que la investigación de resultados y haya justicia para esta pobre chica.
Además, no es solo Loretta, hay muchos animales que como ella sufren los maltratos de personas que los usan para experimentar y ni siquiera tienen la delicadeza de darles un buen trato. ¿Hasta cuándo tantos abusos en contra de seres inocentes? ¡Basta ya! Puedes colaborar aquí firmando una petición para que cierren el lugar.
¡Te invito a compartir esta noticia, todo el mundo debe saber la verdad y salvar a estos pobres animalitos!