Sin importar el cargo del cual haga alarde, cada gobernante es ante todo un servidor público de quien los ciudadanos esperan una conducta medianamente intachable. Lamentablemente, sabemos que no siempre ocurre de esa manera, pues más de un político está involucrado en corrupción y actos de abuso.
Pero el escándalo en el que se ha visto envuelto un alcalde francés no tiene precedentes
Los grupos animalistas se sienten indignados después de que el alcalde de Feux, en Cher, y un empleado municipal recibieran una simple multa por terminar de manera premeditada y cruel con la vida una decena de gatitos.
El hecho ocurrió en diciembre de 2019 y sale nuevamente a la luz, después de que el tribunal diera el fallo.
Este alcalde habría ordenado la captura de los gatos callejeros que posteriormente fueron enterrados en una especie de fosa común. Un acto cruel y simplemente repudiable que tocó las fibras más sensibles de la ciudadanía, especialmente de un hombre cuyas mascotas fueron víctimas de estas mentes maquiavélicas.
Un hombre interpuso una demanda al descubrir que sus tres gatitos formaban parte de los felinos capturados en esa jornada de “saneamiento”.
A los peludos se les arrebató la vida de manera cruel.
Hace un par de semanas la corte de Bourges dio el fallo en el que se ordena al alcalde y al empleado que perpetuó el acto, un pago de 150 euros. Además, cada uno debe cancelar al dueño de los gatos la suma de 900 euros y 1 euro simbólico a cada una de las tres asociaciones que velaron por la defensa de los animales involucrados en el acto.
Los demandantes exigían la sanción de 6.000 euros por el cargo de maltrato animal, pero el tribunal descalificó la acusación y el crimen fue categorizado como un ataque deliberado a la vida de un animal doméstico.
Proteccionistas denuncian la minimización del crimen cometido
Aunque el delito era evidente, el poder de esta persona pesó más y la situación no ha dejado de indignar a los animalistas. La demanda no procedió como un crimen, sino como una sanción de quinta categoría, según la ley francesa.
Esto liberó a los implicados de un castigo mayor.
Durante la audiencia, el alcalde de Feux admitió haber actuado bajo presión y con prisa, tras la denuncia de un ciudadano que se quejaba por la presencia de tantos gatos callejeros. El empleado perpetuó la cacería en la que también fallecieron tres gatos con chip, gracias a la investigación desatada por el dueño de las criaturas se pudo ir más allá y lograr alguna sanción contra los implicados.
La resolución de este caso ha parecido una burla para los proteccionistas, mientras que el alcalde se disculpó por el “error”. Comparte esta noticia y déjanos saber tu opinión.