Una pony hembra cae al suelo agotada y se convierte en el segundo equino caído durante la misma semana, tras haber sufrido un choque de calor en una calle del centro de la ciudad de Cardiff, en el Reino Unido, después de haber sido abandonada por su humano.
Impactante momento fue para las multitudes frente al Estadio del Principado cuando la pobre pony se derrumbó deshidratada por haber sido abandonada, pasando horas de intenso calor dándole de beber agua mineral.
La pony hembra fue fotografiada en el suelo rodeada de espectadores preocupados por su bienestar que intentaron volverla a poner de pie bajo la abrasante luz del sol.
En otras fotografías se ve un carruaje tirado por la pony, al lado del lugar donde colapsó, con un letrero escrito con rotulador a mano que decía “Libre para un hogar”.
Sandra Kvaerneng, del centro de rescate de animales Whispering Willows Sanctuary, fue una de las ayudantes encargadas de recoger al caballo caído.
In #Cardiff #Wales. One of the #tour #carriages horses collapsed. I am soooooo very sad. Sitting in front of the #stadium watching this unfold pic.twitter.com/NH2LLFBgjS
— Shirley P Wilson (@ShirleyPWilson) April 20, 2019
“Nos llamó la policía. Un caballo había estado en Westgate Street durante un par de horas y se había derrumbado en la carretera. Hicimos lo que pudimos y la levantamos, ahora está en la parte de atrás comiendo su heno. No sabemos cuántos años tiene, después de llegar a casa llamaremos al veterinario”, agregó la voluntaria del santuario de animales.
El acontecimiento llegó hasta los oficiales de la RSPCA (Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad a los Animales) y el oficial Simon Evans aseguró que dos personas fueron detenidas como presuntos responsables del acontecimiento con cargos de delitos bajo la ley del bienestar animal.
Los hombres detenidos por las autoridades tienen entre 21 y 25 años de edad.
Tras haberla examinado se determinó que la pony tiene entre 3 y 4 años de edad y además está embarazada, por lo que tuvo que ser atendida con mayores precauciones, tal como actuó la enfermera veterinaria Jeanette Cook quien aseguró que el caballo no tenía fuerzas y estaba en un estado bastante descuidado:
“Alguien había arrojado un balde de agua sobre ella, pero yo les dije que no lo hicieran porque hacía mucho calor y el animal podría entrar en shock. Algunos de nosotros intentamos que se levantara, pero no tenía fuerza, no podía mover las piernas”, dijo Jeanette.
Actualmente, se está llevando a cabo una campaña comunitaria para ayudar a esta indefensa pony y también a Gary, el otro caballo que se desplomó en días anteriores en un estacionamiento de Lidl. Más de 5.000 personas están apoyando el movimiento y una noble mujer acordó comprar a Gary por la cantidad de $2,599 que solicitó su dueño.
Confiamos en que ambos ponys puedan por fin tener una vida digna, lejos de los pesados carruajes en que eran obligados a trabajar y que reciban todo el amor que siempre han merecido. Nuestros mejores deseos están con ellos.
¡Comparte esta insólita historia con todos tus amigos y pongamos fin a todas las injusticias hacia los animales!