Para nadie es un secreto que las mofetas, conocidas también como zorrillos, son uno de los animales más apestosos que tiene el reino animal, así que intentar ayudar a uno de estos animalitos cuando se encuentran en apuros es todo un reto.
Recientemente los agentes de policía de Sebastopol, California, ayudaron a rescatar a una mofeta atrapada en una pista de patinaje.
La diversión no siempre está en los parques.
Después de recibir una llamada para que acudieran al parque de la localidad con el objetivo de ayudar a la mofeta, los oficiales se encontraron con un solitario zorrillo que sin darse cuenta cayó en las profundas curvas de la pista sin poder salir. Los policías intuyeron que el tierno animalito se acercó mucho a la pista y se deslizó por las laderas del parque quedando atrapado durante varias horas.
Una noche de suspenso pasó la tierna mofeta.
Para intentar ayudar a la mofeta los oficiales tuvieron que inventar un mecanismo donde el animalito no se sintiera en riesgo. De lo contrario, la mofeta asustada activaría su spray defensivo y la misión de rescate quedaría suspendida por el olor fétido que sale de las glándulas de la cola del peludo zorrillo.
Una técnica diseñada en equipo para evitar asustar al pequeño zorrillo.
Evitando este escenario, los agentes se pusieron creativos y diseñaron una rampa improvisada con palés que un par de empleados del parque tenían en su camión. Desde lejos la pequeña mofeta parecía observar el minucioso trabajo de los hombres, intuía que era su boleto de salida.
Sin duda, para la mofeta las escaleras eran el camino al cielo.
Se puede pensar que la parte más difícil fue diseñar y armar la rampa, sin embargo el mayor reto fue guiar a la mofeta hacia la pendiente improvisada para que volviera a la libertad sin usar su apestosa arma. El departamento de policía comentó:
“Gracias al buen trabajo de las personas involucradas en esta situación, todo el asunto se resolvió sin que la mofeta saliera lastimada o lanzará el spray”.
Afortunadamente, con mucha paciencia y dedicación la misión se hizo satisfactoriamente sin que nadie saliera rociado, el único olor que quedó de aquel día fue el de la dulce victoria de ver subir a la mofeta corriendo hacia los árboles.
Siempre es posible ayudar a un animalito necesitado. Comparte la nota para que más policías y civiles se sensibilicen ante la angustia de los animalitos indefensos.