El destino nos puede guardar las mejores sorpresas, incluso cuando aparentemente pensemos que nuestros planes soñados se ven truncados por el suceso más inesperado.
Es lo que le sucedió a Kiara Ijzendoorn y su familia, cuando se encontraban de vacaciones viajando por una carretera de Creta, Grecia.
De pronto, se encontraron con una perrita acostada en medio de la carretera sin poder moverse. Kiara encontró que la pobre perrita había estado viviendo en un granero por sí sola y sabía que tenía que ayudarla.
Su pierna izquierda estaba totalmente paralizada y tenía la espina dorsal rota
No pudo desentenderse de la peludo tan necesitada, así que regresó todos los días a visitarla. Los días siguientes, siempre que Kiara volvía al granero, le llevaba algo para darle de comer y trataba de darle todo el cariño, el que jamás recibió de ningún humano.
La buena mujer decidió bautizarla con el nombre de Fos, que significa «Brillante» en griego
Pronto descubrió que Fos era una perrita sumamente cariñosa y dulce. Estaba convencida que merecía una segunda oportunidad en la vida, así que no dudó en llevarla a una organización de rescate.
Allí, un veterinario la examinó a profundidad y trató sus severas lesiones que le habían causado tanto sufrimiento. Pero lo que más le dolía a Kiara era que nadie hubiera sido capaz de haber intervenido antes para cambiar su destino.
Fue así como Fos no tardó en robarse el corazón de Kiara, y ella terminó adoptándola para convertirla en la consentida de su hogar.
Después de que la perrita recibiera todos los cuidados que necesitaba, los veterinarios le dieron la mejor de las noticias a Kiara. Era sólo cuestión de tiempo y sobre todo de mucho amor para que Fos se recuperara por completo.
Así que Fos voló con su nueva madre a Holanda, donde encontraría por fin un techo y su hogar feliz para siempre.
Aquí tienes un video resumen de esta historia
Actualmente, la perrita se sigue recuperando de la columna vertebral rota pero seguro que está mucho mejor que en ese viejo granero. Y aunque a Fos todavía le queda un largo camino por recorrer, ¡vive muy feliz con su nueva familia en Holanda!
Si Kiara no se hubiera detenido aquel día a ayudar a Fos, ahora no tendría a esa gran amiga, y el destino de la perrita habría sido la muerte segura.
A veces las mejores cosas de la vida suceden donde menos lo esperas ¡Muy pronto Fos estará completamente bien, ahora sólo debe preocuparse por disfrutar de su nueva vida!
¡Comparte este gran acto de amor a los animales con todos tus amigos, seguro que más de uno se conmoverá y se sentirá movido a no pasar de largo ante cualquier peludito necesitado!