Dacia Anderson es una voluntaria que divide su tiempo entre las fundaciones Amarillo-Panhandle Humane Society y Amarillo Animal Management and Welfare en Texas, pero debido a una impactante publicación que realizó en su red social denunciando un caso de eutanasia, ha saltado a la palestra pública.
Tras la denuncia la Fundación le ha pedido que pare su trabajo.
Como parte de sus rondas, Dacia encontró que una pitbull había sido entregada el día anterior por sus dueños. La perrita estaba a punto de dar a luz y Dacia la notó muy asustada y en búsqueda de ayuda.
Más adelante notó que la perrita estaba a punto de dar a luz, pero no la estaban atendiendo adecuadamente, ya que no tenía caja de parto y estaba directamente en el suelo de concreto. Dacia acudió al director de AMW; éste le dijo que debía hablar con Christy, la asistente del director.
Dacia enfatiza que su propósito no es desprestigiar a la Fundación, pero siente la obligación de compartir lo que vivió el 10 de mayo. Puedes ver su denuncia completa aquí.
En el camino a buscar a Christy vio que otros empleados estaban armando una caja de parto, y la perrita ya había comenzado a dar a luz. Asumió que atenderían a la pitbull que tenía la etiqueta de G7. Pero más adelante, cuando regresó no le fue permitido el acceso. Dacia comenzó a sospechar que la habían sacrificado.
“Más tarde, escuché que habían enviado un mensaje confirmando que a G7 le habían aplicado la eutanasia. Se encontraba en labor de parto y la habían sacrificado».
La perrita pasó sus últimos momentos tratando de limpiar a sus cachorros recién nacidos.
Anderson señala la necesidad de que los refugios sean completamente transparentes y compartan todas sus actividades con el público:
“No puedo entender cómo a algunos perros los desparasitan y publican sus historias en los medios, mientras que otros son sacrificados silenciosamente”.
Richard Havens, el director de AMW, explicó que la versión de Dacia era solo un lado de la historia. Explicó que los dueños de los perros la habían llevado al refugio alegando que tenía comportamientos agresivos y que temían por su seguridad, por lo cual se vieron obligados a tomar la decisión de sacrificarla:
“Los dueños nos llamaron a nosotros y al 911 porque se encontraban muy estresados al sentirse amenazados por su propio perro”.
Anderson reconoce que a veces se debe aplicar la eutanasia, pero no debe convertirse en la única solución
Sin embargo, Dacia asegura que la pitbull no era agresiva. Ella la había encontrado en compañía de muchos otros perros y sin ningún tipo de aviso que advirtiera sobre su comportamiento, como suele hacerse en estos casos.
Havens también negó que le hubiesen pedido a Anderson que no participara más como voluntaria, aunque otro trabajador de AMW, Larry Milam, dijo que su condición como voluntaria se encontraba “congelada”.
Según Dacia no es extraño que hagan abortar a las pitbull que están a punto de dar a luz.
La controversial polémica en torno a las medidas tomadas en este refugio alertan sobre la necesidad de cuidar que se les dé a los animales el tratamiento más humano y transparente posible. Levantemos la voz, en unión a Dacia, para exigir que se estudien con cuidado las decisiones antes de sacrificar a un perro.
Comparte esta historia para ayudar a concientizar sobre la necesidad de no tomar a la ligera los sacrificios de animales.