El pitbull es una maravillosa raza de perro que se ha ganado una pésima reputación a lo largo de los últimos años por culpa de desalmados que los crían para peleas ilegales. Una fama que se acrecentó por ser considerado como uno de los principales mal llamados perros potencialmente peligrosos.
Lamentablemente, son muchos los pitbulls que les cuesta encontrar un hogar luego de su rescate, su mala fama causó que varias ciudades de Estados Unidos prohibieran tener pitbulls. Negándoles el derecho a vida sana y rodeada de una familia amorosa.
Pitbull a punto de ser sacrificado es rescatado tras revelar su carácter noble y juguetón.
De esta manera, muchos pitbulls terminaron en los refugios de la ciudad, fueron ubicados en la parte de atrás de las perreras ya que no estaban en adopción.
Otros, con un pasado menos alentador, tenían el mismo destino, muy posiblemente serían sacrificados, por lo que activistas y rescatistas necesitaban tomar medidas pertinentes.
Esta es la historia de Ángel, un pitbull que fue trasladado a un refugio local en Estados Unidos, al momento de su rescate, el perrito estaba notablemente nervioso, no podía dejar de mostrar sus dientes ni dejar gruñir. Especialmente cuando las personas se le acercaban. Este comportamiento hizo que lo etiquetaran como agresivo.
De semblante fuerte y desbordante de energía ninguno de los voluntarios tenía el coraje de sacarlo de su perrera. No fue sino hasta que un voluntario de Kama Rescue llegó al refugio y decidió actuar para ayudar a Ángel, quien estaba siendo tratado de manera despectiva solo por ser un pitbull.
Al voluntario le partió el corazón ver al perrito tan solo, con tanta falta de afecto, era muy probable que sería sacrificado en cuestión de días.
Por fortuna, contactó a un amigo que se especializa en comportamiento canino, tras escuchar la historia del pitbull no tardó en acercarse el refugio, quería conocer a Ángel y constatar en primer plano esa mala imagen que le estaban vendiendo.
El hombre sacó al perrito de la perrera y lo llevó al patio trasero, al instante algo mágico sucedió. El perrito rodó por el suelo y mostraba constantemente su barriguita. Una clara señal que solo quería ser consentido, amado.
En solo unos segundos, esta adorable bola de pelos demostró que no era en absoluto agresiva. La gente simplemente había hecho suposiciones porque estaba muy asustada.
El voluntario quería salvar a Ángel, pero la prohibición en la ciudad lo hacía casi imposible, los otros rescates estaban llenos por lo que parecía todo un reto poder proteger al pitbull. El rescatista no se daría por vencido así que la sacó del refugio y decidió quedarse un tiempo con él mientras las aguas se calmaban.
Durante este tiempo envió un último mensaje a Hug Hearts Foundation en Los Ángeles, le explicó al grupo de rescate que el peludito que estaba acogiendo seria sacrificado, fue entonces cuando el personal de Hug Hearts Foundation se hicieron cargo de ella.
Esta adorable bola de pelos fue trasladada a Los Ángeles, por varias semanas trabajaron para mejorar su comportamiento y socialización. Increíblemente, al poco tiempo se levantó la prohibición de pitbulls en Sioux City, donde había sido rescatado.
Afortunadamente, cada día son más las ciudades que aprenden que el problema no es la raza sino el tipo de persona que está a cargo del perrito. Ángel sigue prosperando a pasos agigantados, quienes han seguido su proceso están súper felices de ver que se ha convertido en un perrito dócil y lleno de mucho amor.
Los pitbulls están sufriendo una injusta fama y condena que nada tiene que ver con su verdadero carácter. Al igual que otros perritos, son amorosos, cariñosos y muy juguetones. Todos los perros merecen hogares felices, que los hagan sentir seguros e infinitamente amados.