Todas las muertes nos producen un profundo dolor, pero cuando ángeles en la tierra se marchan dejan un vacío difícil de llenar.
Cuando murió Josh Kelly, un hombre que batalló duramente contra la epilepsia, es fácil imaginar que el más devastado de todos hubiera sido su increíble perro de servicio, y amigo incondicional, Cletus.
Cletus es un pitbull negro que llora porque su dueño ya no está
Debido a sus convulsiones, Josh comenzó como estudiante a tiempo parcial en la Universidad Estatal de Idaho, trabajando muy duro para poder terminar sus estudios. Pero tras muchos tropiezos, materias perdidas por su ausencia y sus crisis, por fin estaba cursando, nada menos que con 38 años, el último semestre de Geología. ¡Un gran ejemplo para todos!
Josh marcó profundamente la vida de decenas de profesores y compañeros, quienes admiraban sus ganas de luchar, su eterna sonrisa y su generosidad sin límites para hacer favores y dar su tiempo a todo el que lo necesitara.
Pero quien fue el verdadero luchador y a quien se le deben todos sus logros, es sin duda su amado perro Cletus.
Durante años acompañó a su humano caminando cerca de 3 km, para que tomara el autobús, a las 6:30 a.m., y lo llevara al campus universitario. Y lo mismo, a su regreso, por las noches, sin importar si hacía frío o calor.
Josh era el hijo mayor Terrell y Lynne Kelly, y aunque se encuentran destrozados con su partida, ven en Cletus a su hijo, y es para ellos un gran aliciente en medio del dolor.
“Mucha gente no conoce a Josh, pero todos conocen a Cletus”, dijo Lynne en relación al papel que jugó el perro en la vida de su hijo.
Cletus era mucho más que una mascota, siempre asistió a clases junto a su dueño. Cuando le sobrevenían las convulsiones a Josh, fueron cientos las veces que los equipos de emergencia encontraron a Cletus aferrado a su humano, ladrando con todas sus fuerzas.
“Muchas veces, de camino al autobús, Josh sufría un ataque, y llamaba y no sabíamos exactamente dónde estaba, pero Cletus ladraba y causaba una conmoción hasta que llegaba alguien. No sé cuántas veces Cletus le salvó la vida», dijo su madre.
En el último semestre, Josh estaba pasando por un momento difícil. Fue sometido a una cirugía cerebral, pero los médicos no lograron hacer nada más para combatir sus convulsiones, que terminaron cobrándole la vida, a pocas semanas de graduarse.
Fue entonces cuando la Universidad tuvo el gesto más conmovedor al decidir que fuera Cletus quien acudiera a recibir el diploma por su dueño.
Después de todo, él estuvo presente en todas sus clases, y si es por cuestión de asistencia, lo tenía más que merecido.
Un emotivo video revela el esperado momento… ¡No había nadie que no estuviera llorando!
Su padre dijo que muchos que no conocían a Cletus y su historia, se asombraron de ver al pitbull negro allí, especialmente por la mala reputación que tiene esa raza.
«Voy a ser honesto, fui uno de los que les estaba dando mala fama a estos perros, hasta que conocí a Cletus».
De la mano de su abuelo, Cletus caminó orgulloso. Incluso era difícil contener las lágrimas al escuchar al organizador qué hacía allí un perro listo para recibir un diploma en lugar de un universitario.
Pero para su padre, ahí no había un perro, ahí estaba su hijo Josh y Cletus.
«Esto es para ti, Josh», dijo gimoteando esas 4 palabras, mientras miraba al Cielo y sostenía el diploma, en medio de un llanto contenido, que causó un vacío en el lugar.
Después los padres de Josh dijeron a todos que no se preocuparan por Cletus, ya que está recibiendo todo el amor del mundo para ayudarlo a sobrellevar su dolor.
No te vayas sin compartir esta hermosa historia que nos demuestra de qué está hecho el corazón de un pitbull. Josh desde la eternidad, sin duda, jamás lo olvidará.