Cuando los perritos están acostumbrados a tener toda la atención y disfrutar de todo el espacio de la casa para ellos solos, aceptar los cambios no siempre es fácil. Sobre todo, si hay un miembro en la familia que necesita dedicación exclusiva y todo el amor del mundo.
Esta es la historia de Lucy, una adorable perrita que aprendió a amar a su pequeño hermano humano y ahora son inseparables.
Lucy es una adorable pitbull.
Lucy siempre ha sido una perrita muy social, ama compartir con todas las personas que conoce, especialmente con su familia.
Sin embargo, con su hermano menor le tomó un poco de tiempo aceptarlo y encontrar algo que lo motivara a pasar mucho tiempo juntos. Miranda Peterson, la madre de Lucy, comentó:
“Mi hijo tiene cinco años y no habla. Tiene un trastorno del espectro autista y se le diagnóstico oficialmente unos meses después de que tuvimos a Lucy. A él no le gustó durante el primer año de su vida. Creo que fue un cambio demasiado grande para él y no le gustó que ella estuviera en su espacio personal”.
La perrita podía sentir que su hermano necesitaba un poco más de tiempo para que la aceptara.
Aunque para la familia no fue para nada sencillo lograr el equilibrio entre una perrita excesivamente amoroso y su pequeño hijo, finalmente encontraron una actividad que los ayudó a vincularse.
“Hace unos meses, mi esposo comenzó a llevar nuestro hijo a caminar todos los días después de terminar su jornada laboral. A mi hijo le encanta estar al aire libre, así que lo disfrutó muchísimo. Mi esposo también llevó a Lucy, y luego se convirtió en algo cotidiano. No importa el clima, los tres salen a caminar. La salida diaria ayudó a mi hijo a vincularse con Lucy, por lo que ahora le encanta buscarla y jugar con ella, verter su comida en su plato todos los días y de vez en cuando la va a acariciar”, dijo Paterson.
La amistad entre estos adorables seres se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo, Lucy aprovecha cada oportunidad que tiene de estar al aire libre con su hermano, incluso esperar el autobús todos los días cuando el niño regresa de la escuela.
Fue así como la adorable Lucy conoció al conductor de autobús, a quien le agradece tiernamente que regrese a su pequeño hermano a casa. Al respecto, Paterson agregó:
“Un día corrió dentro del autobús para seguir a su hermano, y fue entonces cuando conoció oficialmente al conductor del autobús. Desde entonces, el conductor baja unos pasos para que Lucy vaya a saludarlo”.
Saludar al conductor de autobús se convirtió en una rutina para esta adorable perrita, afortunadamente, el hombre es amante de los pitbulls, por lo que estaba aún más emocionado de haber conquistado el corazón de Lucy.
Todos los días, la dulce perrita sale a acompañar a su hermano a la escuela, espera pacientemente que regrese y saluda a su nuevo amigo.
El conductor estaba emocionado de conocer a Lucy, ella también estaba feliz de tener un nuevo amigo.
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Cuando llega la hora del reencuentro la hermosa Lucy se emociona, no solo por tener a su hermano de vuelta, sino por saludar con entusiasmo al conductor, es como si le agradeciera que cuidara a su pequeño cómplice y lo regresara a salvo todos los días a casa.
“Es como un pequeño despertador y me avisa cuando el autobús está afuera. Inmediatamente comienza a quejarse y espera junto a la puerta. Siempre le pido que espere hasta que el conductor del autobús ayude a mi hijo a bajar, y tan pronto como le digo ´está bien´, ella corre hacia él en busca de una caricia rápida y luego corre hacia mí como si me estuviera diciendo: ´¡Mamá! ¡Él está aquí! ¡Es realmente él! luego regresa por caricias más largas”.
Lucy insiste en ser su guardián favorito pero también agradece a todas aquellas personas que cuidan a su hermanito, su forma de hacerlo es dando saltos de alegría y mucho amor.
Para esta hermosa perrita las personas son lo más importante, disfruta tener sus pequeñas rutinas con cada uno de ellos, especialmente, con el conductor del autobús.
Qué dicha la de este pequeño poder tener un ángel guardián como Lucy. Pacientemente, logaron fortalecer su vínculo y ahora son inseparables. Las cosas buenas se comparten, y esta es una de ellas. Ayúdanos a difundir esta tierna historia.