Los giros de la vida son bastante confusos, realmente no se puede determinar qué nos deparará en el futuro. Algunas situaciones pueden sorprendernos para bien o para mal, pero si esperamos lo mejor y nos esforzamos por hacer buenas acciones, nuestro futuro será un reflejo de lo que hacemos.
Una de las situaciones que nos puede tomar desprevenidos son los desastres naturales, que son muy pocas veces predecibles en la magnitud de sus daños. El huracán Harvey que tuvo lugar en Texas, Estados Unidos, es un ejemplo de catástrofes hechas por la naturaleza, dejando tras él grandes destrozos.
Varias familias fueron afectadas por el huracán, pero también los animales domésticos y silvestres sufrieron su inclemente fuerza. Después de la gran catástrofe, en las calles de Conroe, había una perrita llamada Sylvia vagando sin hogar, ni humanos cerca de ella.
Sylvia fue rescatada y enviada a las instalaciones del Refugio de Animales del Condado de Montgomery; con su llegada, notaron rápidamente que la pequeña necesitaba atención médica por varios signos que se reflejaban en su piel.
La pequeña pit bull tenía sarna demodécica, condición que le provocó una gran pérdida de su pelaje, y que sus ojos permanecieran cerrados por varias costras que se encontraban en sus párpados.
El refugio sabía que necesitaba más ayuda para el particular caso de esta perrita y llamaron a Jessica Russell, fundadora y presidenta de la organización A Chance To Bloom, la cual aceptó mejorar la calidad de vida de la pequeña can.
“Una vez bajo nuestro cuidado, acudió de inmediato a nuestro veterinario y comenzamos con sus baños medicinales, antibióticos y un excelente programa de nutrición”, dijo Russell apenas recibió el caso de Sylvia.
La piel de Sylvia se curaba poco a poco, el tratamiento parecía funcionar muy bien. Según mejoraba su físico, la pequeña también mejoraba su actitud y personalidad. Sylvia dejó de ser una perrita totalmente tímida y miedosa, a una perrita que interactuaba más y le fascina jugar tanto con humanos como con otros perros.
Al poco tiempo, Sylvia había mejorado drásticamente su estado de salud y Jessica Russell decidió escribir su perfil en Petfinder, una red social para adoptar mascotas, recibiendo rápidamente una solicitud bastante particular.
A Russell la contactó la organización Austin Pets Alive, a tan sólo una hora de haber publicado el anuncio de adopción, informándole que había un interesado VIP que quería ir a ver a Sylvia.
El potencial adoptante VIP se trataba de una celebridad de Hollywood, Justin Theroux. El actor fue cautivado por la pequeña Sylvia; de hecho, él se encontraba en Austin y condujo por más de tres horas para conocerla, al verla, supo que tenía que ser su mascota.
Sylvia había conocido el otro lado de la humanidad, pero ahora gracias a los giros que da la vida, se mudaría a Nueva York, a una nueva familia, con mucho amor y viviendo como toda una celebridad.
Theroux cambió el nombre de la pequeña por Kuma, ahora Kuma no deja de abrazar a su nuevo humano. Sin embargo, la mudanza de Kuma debía esperar, debido a que ella es una pit bull y varias líneas aéreas no transportan perros de esta raza. ¡Qué injusto!
Gracias a Pilots N Paws, lograron trasladar a Kuma de Texas hasta Nueva York, y al llegar estaba su papá humano esperándola.
Hace 2 semanas, Justin no dejó de agradecer a todos los héroes que hicieron posible la nueva vida de Kuma, desde la aerolínea que dio el voto de confianza permitiendo que volara una pitbull, hasta los que la rescataron y los que permitieron su adopción. Instó además a que lo siguieran y conocieran de cerca el trabajo que hacen todas esas organizaciones, haciendo una donación. Puedes ver su publicación aquí:
Este es un claro ejemplo de que la vida es una caja de sorpresas y debemos estar con nuestra mejor actitud esperando que suceda lo mejor, porque más temprano que tarde, vendrá.
¡Comparte esta noticia con tus amigos e invítalos a conocer la historia de Kuma y su nueva vida!