La vida campestre invita a la tranquilidad y a la calma, pero algunas personas no la valoran como deberían, y son capaces de tomar medidas extremas en contra de los animales por parecerle molestos. Es el caso de un vecino en Francia, la acción cometida contra un hermoso gallo se ganó el desprecio de todos.
Amaba cantar al amanecer
Sébastien Verney es profesor de geografía e historia y vive en Vinzieux, un municipio que cuenta con 450 habitantes ubicado en el departamento de Adèche, a 75 kilómetros al sudoeste de Lyon. Le encantan los animales y tenía uno que representaba mucho en su vida, era un gallo de nombre Marcel y cada mañana lo despertaba para realizar sus faenas con su canto.
Un vecino de Verney estaba inconforme con el plumífero porque, según su criterio, cantaba demasiado fuerte y le perturbaba. No le importó presentarse al lugar y acabó con la vida de Marcel, y como era de esperarse la detestable acción ha causado tristeza en su dueño y en todas las personas del pueblo.
«Estuvimos profundamente impactados por este drama», dijo Verney.
Es difícil entender que una persona que viva en el campo no sea capaz de aceptar los animales y la vida natural, y peor aún llegar a situaciones extremas de violencia atentando contra la vida de indefensos animales, sus acciones deben ser castigadas con todo el peso de la ley para sentar precedentes.
«Los estilos de vida en el campo se ven cada vez más amenazados por comportamientos que no son castigados», agregó el afectado hombre.
El dueño del animal no se quedó con las manos cruzadas, realizó la respectiva denuncia y el responsable, que ya ha aceptado su mal proceder, será juzgado en diciembre. Verney creó una página de Facebook con el nombre «justicia para Marcel» y el subtítulo «Déjenos cantar», con la finalidad de lograr las firmas de los pobladores, ya llevan recopiladas más de 81.000.
Por fortuna el enérgico Marcel, en sus intrépidas escapadas amatorias, logró dejar su estirpe en cinco polluelos, Así que, más temprano que tarde volverá a oírse en el pueblo cinco nuevos “quiquiriquíes” que recordarán la memoria del padre.
El caso de Marcel no es el único en Francia, existe el precedente de Maurice que corrió la misma suerte en la isla de Oléron. En es momento una pareja de jubilados que solo iban al pueblo en vacaciones demandó a su dueña, pero no obtuvieron ningún apoyo legal; por el contrario, las autoridades autorizaron que siguiera cantando en las mañanas.
Ahora Verney está concentrado en el cuidado de los hijitos de Marcel, con la esperanza de que sus cantos sigan alegrando la vida del campo.
¡Ayudemos a hacer justicia firmando la petición aquí!
Le coq Marcel, une icone pour le droit de chanter
Le coq Marcel a été tué par un voisin. Sébastien, son propriétaire, a lancé une pétition en ligne pour activer la reconnaissance du patrimoine sensoriel des campagnes et pour que cessent ces actes de barbarie. Elle a déjà recueilli 55 000 signatures.Toute l'histoire : https://france3-regions.francetvinfo.fr/auvergne-rhone-alpes/ardeche/ardeche-55-000-signatures-rendre-justice-au-coq-marcel-1858976.html
Publicada por France 3 Côte d'Azur en Jueves, 13 de agosto de 2020
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