Por allí dicen que más importancia tienen las buenas acciones de quienes poco pueden dar, que de aquellos que teniéndolo todo solo deciden donar migajas. Sin ánimos de caer en polémicas, la realidad es que quien decide ayudar lo hará siempre sin importar las condiciones que atraviese.
Un ejemplo claro de estos espíritus altruistas es un humilde hombre de Malasia que, pese a su pobreza, está salvando a los peludos desde inicios de esta pandemia.
Este héroe de a pie es conocido en su comunidad como Señor S.
Pese a las restricciones que se mantienen en el país, debido a la pandemia, el Señor S. sale todos los días a recorrer las calles de Kuala Lumpur (capital malaya), para saciar el hambre de los callejeritos que se topa por su camino.
Él mismo prepara el arroz que después sale a repartir.
Aunque no sea mucho lo que pueda hacer por ellos (al menos así lo piensa el sujeto), la verdad es que incluso el bocadito de comida más pequeño es una gran detalle para los perritos sin hogar que intentan sobrevivir a la crudeza de las calles.
Saber esto impulsa al Señor S. a continuar con su bella labor altruista.
La generosidad del sujeto era bastante conocida entre sus vecinos pero ahora también ha sido aplaudida por los usuarios de las redes sociales, después de que el usuario de Facebook Joel Loh decidiera compartir la historia.
Loh conoció al Señor S. y no pudo ignorar lo que hacía.
Joel solía ir junto a su novia a un templo chino en Maluri y en la vía suele encontrarse al peculiar hombre que alimenta a los perros. Se trata del Señor S. a quien no conocía hasta el día que decidió interpelarlo sobre su buena acción.
Joel estaba admirado por ese hombre sencillo y abnegado a los animales.
Conmovido por la labor del Señor S., Joel decidió ayudarlo con algo de alimento pero de inmediato supo que era insuficiente. Este hombre no solo atiende a decenas de peludos en sus recorridos, sino que en casa ha albergado a algunos de ellos.
Alguien debía echarle una mano.
Viendo la necesidad, Joel decidió ir más allá y compartió la historia del sujeto para animar a sus conocidos a colaborar con él. Lo que el hombre nunca imaginó es que su publicación se convirtiera en una especie de campaña que se viralizaría con rapidez en las redes sociales.
Cualquiera puede colaborar con la causa del Señor S.
Este es parte del mensaje que Joel compartió en línea.
“Me dí cuenta de que cada vez que visitamos el templo, el ‘Sr. S’ siempre está allí por la noche con una gran olla de arroz y es entonces cuando comienzo a tener una conversación con él. Se queda justo detrás del templo y se da cuenta de que hay perros callejeros en esta área durante la primera MCO. Entonces comenzó a alimentarlos hasta hoy”, escribió en Facebook.
Son unos veinte callejeros los que el Señor S. alimenta en el templo, además de los que viven con él en casa, así que cualquier aporte es beneficioso para este hombre y su buena causa.
Hasta la fecha la iniciativa de Joel ha logrado conmover a decenas de corazones y se han recibido 2.800 ringgit malayos (unos 670 dólares), el dinero será utilizado en la alimentación de los perros, así como sus esterilizaciones.
Las buenas acciones comienzan con un pequeño gesto y esta historia es ejemplo de eso. Comparte en tus redes el caso y que se multipliquen la solidaridad del Señor S. y de Joel. ¡Juntos hagamos el mundo que queremos!