Hace unas semanas Zach Hearn pensaba que su familia estaba completa, pero sus perros tenían otros planes y ahora protagonizan una dulce historia de inclusión. Tang y Cream son las mascotas de Zach, quienes le están demostrado al hombre que donde hay amor para uno hay para dos, tres y todas las criaturas que venga.
Lo extraño en este caso es que los perros adoptaron a un gato como hermanito.
En uno de los paseos matutinos que Zach suele hacer con los canes, escucharon el llanto de un ser pequeñito. El hombre no sabía de dónde provenían, pero sus perros hicieron lo propio y gracias al olfato localizaron rápidamente al emisor de los ruidos: se trataba de un indefenso gatito de semanas de nacidos.
De inmediato, Zach intervino pues temía que los perros decidieran lastimarlo o comenzaran a perseguirlo.
Pero su temor era infundado, pues sus mascotas tenían otro plan en mente.
Ni el golden retriever ni el King Charles pensaban lastimar al gatito, al contrario, los perros lo consolaron y Zach no podía creer la enternecedora escena.
“Tang y Cream se detuvieron de repente y parecían desconcertados. Se podía escuchar un maullido un poco más lejos, así que ambos fueron corriendo a investigar. Tang comenzó a lloriquear y se acostó junto a ella. Cream comenzó a lamerla y a limpiarla”, dijo Hearn.
El hombre esperó por un momento e inspeccionó el lugar en busca de la madre del gatito, pero se dio cuenta de que el animal se encontraba solo. Probablemente había sido abandonado o estaba perdido.
Zach sabía que no podía dejarlo solo, así que junto a sus perros tomó al gato y lo llevó a casa.
En la residencia, el hombre y su novia se encargaron de asear al felino y alimentarlo para que recobrara energías. Lo que el rescatista no imaginó era que sus perros tomarían el papel de padres para el minino.
El gato fue bautizado como Tou Jiang, que significa “premio mayor”.
Para Zach es curioso ver cómo cada uno de sus perros se integra a la rutina de cuidados del gatito. Para él, el Golden llamado Tang cumple un papel más perezoso.
“Tang es más una madre tranquila y relajada. El gato se trepa sobre ella y juega con su cola, y Tang simplemente se acuesta allí. Ella intervendrá si el gatito está a punto de hacer algo”, dijo Hearn.
Por su parte, Cream es para Zach tiene una participación más activa en las aventuras del gatito.
“Con Cream es totalmente diferente. Siempre está a su lado, jugando juntos y lamiendo su limpieza como lo haría su verdadera madre. Son bastante buenos tomando turnos, pero [siempre] la están observando a menos que la pongan en su cama para dormir”, explicó.
Parece que los perros se adaptaron muy bien a la nueva integrante, ahora son Zach y su novia quienes intentan acostumbrarse a las nuevas rutinas pues sus responsabilidades han aumentado.
“Criar un gatito es muy diferente a un cachorro. Los requisitos de alimentación y baño pueden ser agotadores, pero ha valido la pena. Ella juega con los perros todo el día y tenemos una cámara en casa para verlos mientras trabajan. Los perros siempre la están mirando y junto a ella”, dijo Hearn.
La ternura de estos perros cambió el futuro de este gatito, de no haber sido por ellos es muy probable que hubiese sido un felino más viviendo en condición de calle. Sin duda que Tang y Cream han demostrado el gran corazón que tienen, pues no se limitan por las diferencias de especies.
Felicidades por esta familia que ha crecido en amor con su nuevo integrante.