Un perro demostró su nobleza al llevar a casa a una linda gatita y rogarle a su dueño que le acogieran para siempre en su hogar.
El tierno mestizo de Golden llamado Crosby, es un perrito que se ha caracterizado por ofrecerle su amistad a todos los animales a su alrededor. Ha crecido desde sus 8 meses con la compañía de otro perro y un gatito.
Desde que los conoció se mostró muy receptivo y amigable, creció acurrucándose con ellos a diario, eran los mejores amigos y compartían juntos las aventuras más divertidas.
Pero lamentablemente Crosby tuvo que enfrentarse a la pérdida de sus compañeros.
“Hace 6 meses perdió al gatito y apenas un mes después de este triste evento falleció el perro”, relató el dueño de Crosby.
Para el perro era la primera vez que pasaba tanto tiempo sin convivir con otros animales. Su familia se preocupó por las desoladoras consecuencias a las que tendría que enfrentarse por la muerte de sus amigos, se sentía afligido y solo.
Poco a poco fue adaptándose a la nueva rutina con el vacío que dejó en su corazón la ausencia de sus dos compañeros.
Un día Crosby dejó a sus dueños muy conmovidos cuando llegó a casa acompañado de una gatita la que no estaba dispuesta a dejar.
Para ellos fue una grata sorpresa, su perrito había acogido a una nueva amiga y les pedía, a su manera, que le adoptaran.
El perro no se resignaba a estar solo, quería un compañero
“Crosby se estaba recuperando y aprendiendo a ser la única mascota, o al menos eso creíamos”, dijeron sus dueños.
Cuando el dueño de Crosby llegó a casa como era costumbre, su perro no lo saludó saltando de alegría como lo hacía cada día.
Eso le pareció extraño, Crosby lo estaba esperando para pedirle con insistencia que lo acompañara hasta la bañera. El dueño del perro no comprendía bien lo que estaba sucediendo, se quedó asombrado.
En la bañera estaba lo que le interesaba que viera: una gatita adorable que él había encontrado en uno de sus paseos por la zona.
Sin dudarlo, el perro llevó a la gatita a casa y esperaba la aprobación de su dueño para que se quedara siempre a su lado. Se había acostumbrado a crecer con sus amigos y repentinamente se había quedado solo en casa.
En la bañera estaba la tierna gatita maullando, intentando llamar la atención del dueño de Crosby, quien no se explicaba cómo había logrado su perro llevar a la felina hasta ahí.
Comprendió que hicieron una amistad y que su perro quería volver a contar con la compañía de otra mascota en casa. Era muy importante para él que la gatita con la que creó un vínculo especial se quedara.
“Nunca había visto a este gato antes. Tenemos una puerta para perros, pero es muy alta para que un gato bebé logre entrar por allí. La única explicación es que Crosby la haya traído a casa”, relató el dueño del perro.
La gatita tenía los mismos colores del gatito que de la familia que había fallecido. Ellos preguntaron en todas las casas del vecindario para comprobar que no hubiese a nadie buscando a su mascota.
Pero al parecer, la gatita no tenía hogar, ningún vecino la reconoció.
La familia de Crosby llevó a la gata al veterinario, comprobaron que había sido esterilizada, pero no tenía chip.
Crosby siempre se mantuvo alerta, no se separaba de la felina y parecía pedirles a sus dueños con una tierna mirada que por favor la dejaran en casa.
Así fue como después de comprobar que la gata no tenía dueño no dudaron en adoptarla. Crosby finalmente recuperó la alegría y compartiría de nuevo sus días con una gata a quien le ofrecería su amor y lealtad.
El gesto del adorable perro y la reacción de la familia enternece el corazón de todos los amantes de los animales, que admiran que hayan abierto las puertas de su hogar a la gatita. Después de una pérdida, tener a otra mascota es el mejor homenaje que les podemos dar.