Una perrita encontró consuelo debajo de un vehículo, ese espacio se convirtió en su único refugio cuando perdió todo lo que tenía y se quedó en la calle por culpa de su propia familia.
Muchas veces nos escucharás reflexionar acerca de la importancia del compromiso que se asume al momento de tener una mascota. Tener a un perro o a un gato en casa, es un acto de amor que no tiene fecha de caducidad.
No nos agradan las noticias en las cuales sabemos de familias que dejan atrás a sus mascotas. ¡Sabemos de sobra que en determinados momentos no hay otra alternativa, pero hay formas de hacerlo correctamente!
Y dejarlos a su suerte jamás puede ser una opción, no merecen sufrir tan dolorosa experiencia y menos quedar expuestos a tantos peligros.
La perrita encontró este vehículo como único refugio tras su abandono
Dejar a los animales que aman y confían en su familia desamparados, en las calles, no es una alternativa justa. Es irresponsable, cruel y por desgracia, noticias de este tipo abundan en todo el mundo.
Por esta razón, surgen casos como la que compartiremos contigo el día de hoy, en la que un perro, anciano además, se vio a su suerte en las calles después de que había compartido buena parte de su vida con una familia que no dudó en abandonarlo.
Este pastor alemán anciano y abandonado no tenía a dónde ir, por lo que simplemente se escondió debajo de un automóvil.
No sabía cómo defenderse, estaba aterrado ante la presencia de otros animales o personas, así que… ¿Qué otra cosa podría hacer?
Fue precisamente así, oculto y atemorizado, como los voluntarios de Hope For Paws dieron con el perrito cuando llegaron al lugar donde otras personas lo habían visto, dispuestos a rescatarlo.
Lisa supo cómo ganarse, de a poco, la confianza de esta dulce perrita
Pronto descubrieron que el animalito era en realidad una perrita de mirada muy dulce y expresión asustada.
Ella estaba mirando abatida por debajo del vehículo, pero se puede decir, por sus ojos, que tenía hambre, además de deseos de recibir amor y atención.
Eldad Hagar y Lisa Arturo, las dos personas que acudieron al llamado, sabían de sobra cómo tenían que proceder para ganarse el afecto y la confianza de esta peludita… ¡Bastaba con una deliciosa hamburguesa para ayudarla a cambiar de opinión!
Dócil, amorosa y colaboradora, fue muy fácil sacarla de las calles y ponerla en vía a un futuro mejor
De a trocito en trocito, Lisa consiguió que la chiquilla saliera de debajo de ese automóvil donde permanecía paralizada y una vez fuera, se dio cuenta de que Amelia (que fue el nombre que recibió la perrita más tarde) no había perdido del todo la confianza en las personas.
Fue una suerte que la perrita se prestara a colaborar, porque a pesar de su edad y de haber sido abandonada por sus seres más queridos, aún tenía mucho afecto para dar. Y eso demuestra la nobleza que hay en el corazón de estos animales siempre dispuestos a ofrecer su lealtad y amor.
Ahora se encuentra en las mejores manos, desde luego a la espera de una familia que decida conservarla entre ellos por siempre… ¡Sabemos que lo conseguirá!
Más animada y en compañía de las personas indicadas, espera por su adopción
Es indignante saber que algunas personas consideran como mejor opción abandonar a sus mascotas a su suerte, es importante educar a otros sobre el compromiso de hacerse cargo de un perro o un gato.
En especial en esta época de Navidad muchas personas regalan mascotas sin estar seguras de que quienes las reciben asuman el compromiso y responsabilidad de velar por ellas para siempre.
Ojalá que todos los animales abandonados tengan un final feliz y consigan un hogar donde sean queridos hasta su último suspiro. Pero lo que más deseamos es que no existan más abandonos.