Malcolm es un perro bastante especial que por un buen tiempo debió padecer la rudeza de la vida en la calle, hasta que llegó a un refugio en el que pensó que todo cambiaría pero resultó que aún le quedaban por superar algunas pruebas antes de ser verdaderamente feliz.
Esta es una de las muchas historias conmovedoras de esos peludos que durante días esperan que alguien se fije en ellos dentro de los refugios.
Por suerte ese día especial llegó para el perro y el pobre aún no se lo puede creer.
Malcolm fue llevado a la Liga de Rescate de Animales de Michigan (Estados Unidos) como un perro callejero, en ese momento nadie conocía absolutamente nada sobre su pasado pero sus marcas físicas hablaban de todas las necesidades que había soportado.
Los cuidadores estaban preocupados de que esos traumas vividos condicionaran la evolución del perro, pero lo cierto es que Malcolm demostró en poco tiempo lo increíble que era capaz de ser.
La personalidad del canino enamoró a todos en el refugio.
“Malcolm es todo un personaje. Cuando la gente entraba en su perrera, a menudo los saludaba con un juguete en la boca, haciendo cabriolas en círculo con todo su trasero moviéndose alegremente. Siempre fue un perro fácil de presentar a nuevos voluntarios; solo dale algunas golosinas para romper el hielo, y estará listo para irse”, dijo Tommy Sanfilippo, miembro del personal de MARL.
Con esa personalidad tan carismática y dócil, todos creyeron que la estadía del perro en el lugar sería muy breve.
No había dudas de que el chico lograría enamorar muy pronto a la familia correcta.
Pero con el pasar de los días los cuidadores comenzaron a perder las esperanzas. Nadie sabía lo que sucedía pero lo cierto era que otros perros resultaban adoptados, menos Malcolm.
El can pronto se convirtió en el residente más antiguo del lugar.
Esta perrera se caracteriza por la rapidez en el proceso de adopción, así que el peludo en cuestión había llegado a representar un desafío para todos.
Muchos se preguntaban qué pasa con el buen Malcolm que no lograba enamorar a una familia, si a todos en el refugio los tenía encantados con su personalidad.
Aunque algunos estaban tristes por la situación, el asunto no perturbó mucho al perro.
Malcolm se acostumbró bastante rápido a todos en el refugio y gracias a su encantadora actitud con los chicos logró dar con su familia ideal. El perro fue adoptado por una antigua voluntaria del refugio.
“Ya era buen amigo de su nueva mamá; ella lo conoció mientras trabajaba como voluntaria con nosotros y había pasado mucho tiempo con él. Incluso hicieron algunas salidas juntas: al parque, a la tienda de mascotas y hasta a su casa”, dijo Sanfilippo.
El compartir con la chica no fue nada nuevo para el perro, pero este pequeño parece haber detectado algo diferente el día en que se tomó su primera foto formal con quienes serían su familia temporal.
“Creo que se dio cuenta de que había algo diferente ese día. Su enorme sonrisa mientras posaba para una foto con su nueva familia realmente vale más que mil palabras”, dijo Sanfilippo.
Después de una espera de 279 días el chico fue adoptado y, aunque sus cuidadores estaban un poco tristes, el buen Malcolm parece haberle sonreído con todas las ganas a su nueva vida.
Su familia suele enviar fotografías al personal del refugio para mantenerlos actualizados del estado del perro.
El can encajó perfecto en su nuevo hogar ama los paseos por el parque y las aventuras con sus dueños. Por eso podemos decir que este amigo esperó por la familia que siempre había merecido, una responsable y amorosa.
Al final del día toda la espera valió la pena, pues sabemos que el peludo será feliz por siempre.