Para cualquier perro de un refugio, los días pueden tornarse lo más desoladores ante el desconcierto del abandono y de un futuro incierto.
Es lo que pasaba con un inocente peludito llamado Roscoe, que desde que llegó al refugio de animales del condado de Washington-Johnson City, no hizó más que desconcertar a todos con su extraña y devastadora actitud.
El personal del refugio hizo de todo durante 6 meses para sacar al perro de su caparazón.
Su carácter apático y anodino preocupaba tanto a los voluntarios, que llegaron a pensar que simplemente se trataba de un can sin personalidad y «sin emociones».
Durante su estancia en el lugar, nunca lo vieron sonreír, y ni siquiera movió la cola para llamar la atención o pedir algo de cariño o alimento.
Parecía que su vida en las calles habría sido tan dura, que le dejó secuelas irreversibles al pobre Roscoe. Fue entonces cuando decidieron publicar su historia en las redes sociales del refugio, sin imaginar lo que sucedería después.
«Roscoe tiene una historia inusual. Era un perro del vecindario, en realidad no pertenecía a nadie, pasó solo durante 3 años, quizás más. Algunos lo alimentaba, y casi siempre se lo veía triste, solo y cabizbajo. Hasta que alguien llamó y se quejó de un perro que andaba suelto, y así fue como terminó aquí», contó el refugio en su publicación.
En esas condiciones, Roscoe llegó a manos de los voluntarios del refugio. Y en medio año que había pasado, a pesar de todos sus esfuerzos, no lograban establecer ningún tipo de vinculo con el perro.
Aseguraron que no se trataba de un perro agresivo, ni mucho menos. Simplemente, se hicieron a la idea de que jamás sería un animal de dar abrazos, ya que presumían que con 6 años que tenía Roscoe, su vida entera había pasado en las calles. Así que hicieron un petición especial para conseguirle el hogar que merecía:
«Necesita a alguien que comprenda que puede que nunca sea un perro que quiera estar rodeado de gente. Pero con paciencia, podría llegar a entender que los rasguños en la cabeza y los frotamientos en el vientre son geniales. Estamos seguros de que hay un hogar perfecto en alguna parte para este dulce chico solitario».
Pensaron que su emotiva publicación conseguiría el efecto deseado, pero nunca jamás la respuesta que recibieron de un hombre:
“Creo que este es mi perro y ha estado desaparecido durante tres años”.
No podían creer que el perro que todos pensaron era un callejero solitario, tenía una familia que nunca dejó de buscarlo.
Sin dudarlo, concretaron una cita pero francamente tenían mucho temor de cómo reaccionaría Roscoe.
«Estaba un poco indeciso al principio, pero el perro que nunca había mostrado o expresado alegría se abrió después de unos minutos cuando se dio cuenta de que era su padre. Esta era la pieza que faltaba en su vida y lo convirtió en un perro totalmente diferente», relataron desde el refugio.
«Después de 3 años, Roscoe vuelve a ver a su papá. Mira lo feliz que está cuando finalmente se da cuenta de que sí, es su papá. ¡Es por eso que es tan importante compartir publicaciones y nunca darse por vencido en la búsqueda de tu mascota perdida!», agregaron junto al primer video del confundido perrito.
Definitivamente, no se equivocaban al pensar que Roscoe no correría a los brazos de su padre inmediatamente. Como el perro «sin emociones» que era, después de pensar que lo abandonaron para siempre, no confiaba y no era capaz de reconocer a su humano.
Luego supieron que en realidad se llamaba Runt, y que se escapó de la granja en la que vivía y nunca volvió a casa. De alguna manera, logró llegar a más de 16 km de distancia. Y así terminó deambulando en un vecindario, y por fortuna, finalmente en el refugio.
Cuando por fin su padre lo encontró, Roscoe tuvo que tomarse su tiempo y lo que sucedió después fue totalmente emocionante.
«Siguió dando vueltas alrededor de su padre, con la nariz levantada, oliendo»
«Todos estábamos conteniendo la respiración»
«Y luego, lo supo. ¡Runt sabía que era su papá! ¡Qué final tan inesperado pero tan asombroso!»
Su reacción al final hace llorar a cualquiera:
Nos alegra enormemente que este perrito haya terminado en las manos correctas para finalmente abrazar a quien algún día amó demasiado. Por eso la labor de los refugios es tan maravillosa, no dejemos de apoyarlos.