Dentro del mundo de los perros, los Golden Retriever son los más nobles de todos, a pesar de su gran tamaño y que en ocasiones pueden ser un poco rústicos en el trato y no saber controlar sus emociones, pero ellos no tienen malicia. Son los compañeros perfectos para los niños y no importa cuánto los molestes, ellos están felices de sentir contacto humano. Claro que en ocasiones son capaces de mostrar su lado oscuro y de hacer uso de su gran tamaño, si ven que algún ser querido está siendo lastimado, como todo perro intentará proteger.
Pero, ¿qué pasa cuando quien los está molestando y no los deja hacer una siesta es un gato?
Durante mucho tiempo hemos escuchado que perros y gatos son enemigos a muerte y si se trata de un perro de gran tamaño, probablemente tiene todas las de ganar. Recientemente, un video hecho por Rafael Dazcal, un hombre de 37 años en Modiine, Israel, nos muestra cómo su perro Ski y su gatito de tan solo un año Euclides, tienen una pelea a muerte en las que a más de uno se le detiene el corazón.
Ski se encuentra reposando en el suelo y Euclides se acerca a él, pero al parecer el primero no se encuentra de buen humor.
Pronto comienza a darle pequeños mordiscos al gatito que pronto se hacen más fuertes y agresivos, hasta el punto que la cabeza del pequeño Euclides está completamente dentro de la boca de Ski, si hubiese querido comérselo lo hubiese hecho.
Pero para tranquilidad de todos, solo se trata de un juego común entre ellos.
Rafael explica que Ski nunca le ha hecho daño a Euclides y que para nada son enemigos.
A continuación puedes ver la secuencia completa:
Si terminamos de ver el video, podemos darnos cuenta de que lo que su dueño dice es cierto, a pesar de la euforia de Ski casi lo lleva a comerse al pobre Euclides. En cuanto recuerda que su gran tamaño hace que el gatito quede en desventaja y que lo puede lastimar sin querer, suelta a su amigo, lo mira e inmediatamente comienza a lamerlo y a pedirle disculpa con besos y haciéndole un poco de cariño.
El alma noble de un Golden Retriever no puede ser perturbada ni por los gatos.
Rafael dice que este juego es común entre ellos, acepta que en algunas ocasiones Ski se excede y debe separarlos, pero nunca a pesar de sus juegos pesados ha llegado a lastimar a su amigo. Por su parte, Euclides cada vez que puede se acerca a él, lo que quiere decir que no se siente para nada amenazado y que se siente a gusto con su rústico compañero.
Si por un momento pensaste que verías como Ski se come a Euclides, no olvides compartir el video que demuestra la nobleza de esta raza de perros.