Todas las mascotas son únicas y esto nos lo demuestran con los actos más locos y enternecedores cada día, como este Gran Danés llamado Kernel, que todos los días y sin falta espera el abrazo de despedida de su dueña.
Él y su dueña son los más unidos
Una mañana, Alyssa, la mamá del perro, estaba muy apurada pues estaba retrasada para una excursión a la montaña, así que salió a toda prisa de su hogar y al regresar de la jornada encontró al perrito con el corazón roto. La esperaba en el mueble, dolido, aullando y gimoteando.
Es como su bebé gigante
El gigantesco perro cree que todavía es un cachorrito, pues durante las mañanas no sólo abraza a su mamá, sino que la acompaña siempre en el mueble, montado encima de ella.
«Definitivamente, es un perro faldero, el bebé de mamá», comentó Alyssa.
La dueña y su perrito están en una sincronía increíble, cualquier cosa que hace ella él la sigue, ya sea que bailen, hagan senderismo o simplemente tomen una siesta, siempre está listo para acompañarla en cualquier aventura.
Kernel es muy amigable con todos
Sin embargo, el mayor talento de Kernel es hacer feliz a todas las personas a su alrededor y lo hace tan bien, que Alyssa decidió darle usos a este increíble talento para ayudar a otras personas.
Este gigantón es el alma de la fiesta
La dueña del perrito había trabajado anteriormente en un hospital pediátrico en el estado americano de Boston, así que utilizó su influencia y al poco tiempo un doctor la contactó, y para su buena suerte, tenía un paciente en Boston y él quería que los dos le dieran una visita lo más pronto posible.
Esta pequeñita no puede esperar para recibir la visita de su amigo Kernel
Desde entonces, Kernel, la ha acompañado. Cada seis semanas que la niña tiene que hacerse tratamientos, él está ahí para hacer el pasar del tiempo más ameno.
«Ellos son la pareja ideal, ella lo pasea por el hospital, lo sube al ascensor y lo presenta a todo el mundo», contó Alyssa.
Pero el maravilloso talento del perrito no sólo se queda en el hospital, a donde quiera que él y su dueña van esparcen su felicidad. A menudo, los dos van a visitar a la abuelita de Alyssa a quien le cuesta un poco moverse, así que ella lo lleva para que le transmita un poco de sus animos.
La anciana es muy feliz en compañía de Kernel
«Es increíble, mi abuelita se emociona más cuando ve que Kernel viene de visita que cuando yo lo hago», comenta la mamá del perrito.
«Me encanta llevarlo de visita, porque es como si ella volviera a vivir su vida al máximo», comentó Alyssa.
Ahora ella está entrenando a su perro para que se convierta en un perro de servicio, cada día él aprende nuevas técnicas para ayudar a otras personas, haciéndoles compañía y sacándoles sonrisas, el perrito es un verdadero salvavidas con todo el amor que transmite.
Él no solo es grande en tamaño sino en cariño y nobleza
Tanto para Alyssa como para muchas personas, Kernel significa su mundo, es increíble el impacto que un animalito puede tener sobre tantas vidas. La inocencia y el cariño que nuestras mascotas nos ofrecen es invaluable y por ello debemos apreciar cada día que vivimos con ellas para brindarles una pizca del amor que nos regalan.
¡Comparte esta historia con otras personas para que nunca se olviden de despedirse de sus mascotas antes de salir de casa, después de todo ellas siempre son las primeras en recibirnos cuando volvemos!