La familia Strobel, de Michigan, acababa de adoptar a un perrito justo justo en época navideña, pero la paz de compartir con el nuevo miembro del hogar se vio perturbada por un inocente escape del chico, llamado River, que un día salió corriendo y seguramente no supo cómo regresar.
Nadie entiende cómo se las arregló para alejarse tanto. Lo más preocupante era que, además de estar perdido y hambriento, las bajas temperaturas hacían del ambiente algo sumamente hostil para el perrito.
La organización Lost Paws tuvo que entrar en acción para colaborar en la búsqueda de River, e hicieron sin duda una labor maravillosa. Ellos se encargan tanto de buscar perritos perdidos, como de poner avisos en las calles y hacer publicaciones en sus redes sociales, en las que tienen miles de seguidores comprometidos con su causa. Han formado una bonita comunidad ocupada de velar por la seguridad de nuestros mejores amigos, los perros.
Publicaron la información sobre River y se pusieron manos a la obra. El seguimiento que se le hizo fue compartido a medida que distintas personas veían al chico en lugares cercanos, pero era muy difícil ubicarlo porque cuando se dirigían al punto de referencia, ya él había corrido a otro lugar. Estaba muy asustado y por eso se comportaba así.
«River es muy precavido y no se acerca fácilmente. Lleva una correa negra», fue una de las primeras publicaciones que hicieron.
Después de eso, lo vieron corriendo alrededor de un edificio, pero ocurrió lo mismo: cuando salieron a buscarlo ya había desaparecido de nuevo. A diario salían grupos de búsqueda a su rescate, pero no lograban dar con él… Hasta que por fin el mismo River se dejó encontrar: devastado por el cansancio y el hambre, irrumpió en una propiedad privada, abrió la puerta y se acostó en un sofá ajeno. Los propietarios no se encontraban allí en ese momento.
Cuando Tom Sluit llegó a su casa, se encontró con la asombrosa sorpresa en el sofá, no estaba seguro de cómo hizo el perrito para entrar, lo tomó totalmente por sorpresa.
Vio que tenía una correa y supo de inmediato que se trataba de un animal doméstico extraviado.
Recordó los avisos que había en los alrededores y se puso de inmediato en contacto con Lost Paws, quienes a su vez avisaron a Jean Strobel que su amigo estaba a salvo y esperando por ella.
Jean, al principio pensó que se trataba de una broma pesada. Llevaba tantos días buscando a River que estaba a punto de perder la esperanza, pero afortunadamente todo era verdad. El pobre chico buscando calor se metió en un hogar ajeno y el dueño de esa casa fue responsable y honesto ante la situación. ¡Qué alegría saber que la familia Strobel se reúne de nuevo!
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