Tener un amiguito peludo de cuatro patas trae muchos beneficios esperados, tales como la lealtad permanente y el amor incondicional, pero en algunos peculiares casos la amistad con estas criaturas puede traer sorpresas, como la historia de Buddy y un hombre sin hogar.
La conocida organización Hope for Paws recibió una llamada anónima sobre una mascota abandonada que estaba vagando por una zona residencial, donde los vecinos lo habían visto varias veces pero siempre desaparecía cuando trataban de atraparlo, así que decidieron contactar personal más experimentado.
Al llegar al lugar el perrito vieron como el perrito salió corriendo a buscar escondite
Al poco tiempo llegaron los rescatadores para ayudar al pobre perrito, que identificaron como un poodle maltes de un par de años. Él se estaba ocultando entre una pared y una cerca por los nervios que le causaban las personas que vivían por ahí, y si trataban de acercarse, se ocultaba inmediatamente, por lo que debían actuar con precaución.
Pero había otro problema, el afilado alambre de púas que tenían que evitar los rescatadores para alcanzar a la mascota, por lo que también debían tener cuidado para que nadie resultara lastimado.
El pobre perrito vivía entre dos paredes en un sitio extremadamente estrecho
Después de hablar con el dueño de la propiedad, se decidió asustar al pequeño poodle para sacarlo de su escondite y atraparlo, plan que funcionó de maravilla y tan pronto como el poodle vio que no tenía a dónde ir, se entregó sin pensarlos dos veces.
Al poodle maltés se le bautizó como Buddy, y después de varios exámenes, era por seguro que gozaba de buena salud aún cuando era un callejero. No obstante, al investigar el área por si habían otros perritos, se descubrió que Buddy no estaba solo, pues durante todo este tiempo había compartido su escondite con un hombre sin hogar, del cual se hizo amigo.
Después de tanto trabajo el cachorro pudo ser atrapado
Este hombre estaba algo desanimado al ver a Buddy irse, pero sabía que era lo mejor para él ya que lograría conseguir un hogar apropiado con una familia que lo ame. Al saber esto, los rescatadores decidieron ayudar al hombre indigente dándole un saco de dormir junto con dinero para que pudiera comprar alimentos.
El hombre se despidió de Buddy y agradeció a los trabajadores de Hope for Paws antes de seguir su rumbo, ya era hora de llevar al pequeño a la sede de la organización y empezar el proceso de bañado y cuidado.
Después de un baño Buddy parecía un perrito completamente diferente
Un baño caliente después y una buena comida, Buddy ya estaba sintiéndose más animado, y sabía que ahora venían solo cosas buenas, y tenía razón. Al poco tiempo fue adoptado por una familia que se interesaba realmente por su salud y bienestar.
Aquí puedes ver como ocurrió todo este rescate y el nuevo hogar de Buddy
La historia de Buddy demuestra que siempre se puede ayudar al prójimo que está en apuros, incluso si es solo un poco.
¡Te invitamos a compartir este artículo para motivar a los demás a ayudar a quienes lo necesitan!