Loryn, la Golden Retriever, ha crecido en la granja de su familia y constantemente ayuda a su madre a cuidar a todos los animales.
Es como la gran protectora de la granja, y ama a todas las criaturas que conoce.
Loryn es sumamente feliz en la granja en la que vive junto a su familia humana
Ella está cerca de todos los animales de la granja todo el tiempo, así que lo conoce a todos y los visita a diario a todos.
Andrea Holley, la madre de Loryn, asegura que ella es realmente una mamá gallina y acepta a cada bebé que nace en la granja como si fuese suyo.
Recientemente, la granja de Andrea recibió algunas cabras bebé rescatadas y Loryn se enamoró como nunca antes lo había hecho de ningún otro animal.
Estas cabritas son unas criaturas sumamente amorosas y tranquilas. Además, Andrea asegura que las chiquillas amaron a Loryn de inmediato. Esta singular pandilla se la pasa junta todo el día, todos los días.
Loryn no pierde de vista a sus pequeñas cabritas
Los nombres de las cabritas son Mia, Henry, Dalila y Daisy Mae, y aman a Loryn tanto como ella los ama. Pasan sus días abrazados, durmiendo la siesta y persiguiéndose unos a otros.
Loryn nunca, nunca los deja fuera de su vista y cuida de ellos incondicionalmente. Ella los adoptó como suyos, y toma su papel de madre muy en serio.
Delilah y Daisy Mae llegaron a la granja de Andrea con etiquetas en las orejas de su granja anterior, pero ahora han encontrado su hogar permanente con Loryn y su familia.
Debido a que los bebés aún son muy pequeños y tienen que ser alimentados con biberón, pasan mucho tiempo en un corralito en la casa de Andrea y a Loryn le encanta estar de pie allí, observando a sus pequeños y atrapándolos cuando llegan a escaparse.
A estas cabritas les fascina acurrucarse con su madre perruna
Loryn ha dedicado su vida a cuidar a todos los bebés en su granja, y estará allí para ver crecer a las cuatro crías de cabras y ayudarlas en todo lo que necesiten en el camino.
Loryn es la mano derecha de Andrea y siempre ayuda a acorralar a los bebés cuando estamos afuera o a vigilarlos y calmarlos mientras juegan adentro.
Esta historia tan dulce y maternal te demuestra cómo entre los animales no existen diferencias, cuando se trata de amor y de amistad. Comparte las aventuras de Loryn y su pandilla de cabritas con todos tus amigos.