Nuestros amigos caninos son tan sensibles que perciben intensamente todas las emociones de cada una de las situaciones que viven.
Spencer y Rocky, dos hermosos y adorables perritos, el primero de pelaje oscuro y el segundo rubio, vivieron y compartieron un sin fin de experiencias que día a día fortalecieron un sentimiento de hermandad que va más allá de la vida.
Durante una década Spencer y Rocky han sido amigos inseparables, siempre han estado juntos compartiendo una maravillosa amistad.
Cada uno se deleitaba con la compañía del otro. Era realmente especial.
Pero lamentablemente sus días de compartir vivencias terminó cuando Rocky falleció tras ser diagnosticado con un tumor avanzado que había comprometido severamente su salud.
Tras la visita al veterinario para atender una dolencia de Rocky descubrieron un gran tumor canceroso que había crecido con mucha rapidez.
Este terrible diagnóstico reveló que ya era muy tarde para cualquier tratamiento, lo única posibilidad para terminar con el sufrimiento del pobre cachorro fue ponerlo a dormir.
Son palabras que nadie quiere escuchar porque suenan a la peor melodía que puede existir.
Su dueña Beth Fisher dijo que la triste y trágica decisión fue tomada el mismo día.
«Fue extremadamente difícil procesar la muerte repentina de Rocky, no podemos imaginar lo difícil que debe ser para Spencer haber perdido a su hermano».
Spencer estaba totalmente desconsolado, su estado emocional afloraba en su comportamiento y en su mirada, tenían una profunda tristeza.
Indudablemente extrañaba a su siempre compañero y amigo.
«Desde que Rocky falleció, Spencer se levantaba en la noche paseando por toda la casa buscando a su hermano. Después empieza a llorar porque no lo encuentra».
La familia colocó las cenizas de Rocky en un estante encima de donde él y su hermano dormían, para mantenerlos cerca. Pero era evidente que Spencer necesitaba algo más para ayudarlo a sobrellevar este duelo tan doloroso.
La familia sabía que debía hacer algo, y fue entonces cuando pensaron en hacer una almohada con la cara de Rocky impresa muy sonriente para Spencer.
Por fortuna, este hermoso regalo lo tranquilizó de inmediato.
«Spencer no deja de acurrucarse en la almohada desde que la tiene, la lleva al sofá, a su cama».
La fotografía de Rocky en la almohada ha ayudado de manera sorprendente a llenar un poco el vacío que su fallecimiento había dejado en el corazón de Spencer.
Descansa mejor ahora que tiene algo para acurrucarse y le recuerda a su hermano.
Es cierto que nada puede devolver a Rocky por completo, sin embargo, la almohada es un hermoso recuerdo que Spencer valora y aprecia mucho.
El rostro sonriente de su hermano lo acompaña en este nuevo camino y no se sienta solo. Para Beth es tranquilizador saber que su mejor amigo todavía está a su lado en espíritu.
«Esperamos que Spencer siempre se sienta cómodo con su nueva almohada, y con todos los mimos y cuidados que recibe de su familia».
Afortunadamente, Spencer vive en un hogar que lo adora y sabe muy bien cómo atender sus necesidades.
Sabemos que el duelo es un proceso muy duro de llevar y deseamos para él y para su familia puedan superar poco a poco esta amarga experiencia. No dejes de compartir esta historia tan emotiva.