Hasta que la gente entienda el sufrimiento que se oculta en el comercio de animales y deje de comprarlos como mascotas parece que seguirán fomentando la existencia de estos lugares de horror, son criaderos, no existe la compasión.
A cambio reciben el trato más cruel inimaginable, aun así, estos nobles seres lo soportan todo hasta el final, esperando algún día recibir una muestra de amor, ese que siempre están dispuestos a dar desinteresadamente.
Lamentablemente, el único perdedor es una cantidad inimaginable de animales indefensos que caen en manos de quienes solo los tienen para sacarle algún provecho que le genere ingresos económicos, lo que menos les importa es invertir en su bienestar, eso ya representa una pérdida para ellos.
En un establecimiento del barrio porteño de Liniers, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, había un sufrimiento silenciado, nadie se daba cuenta de lo que sucedía en ese lugar, hasta que los vecinos de la zona, denunciaron al ver actitudes sospechosas.
Evidentemente algo no estaba bien, a partir de las denuncias recibidas de los vecinos quienes aseguraban haber visto a personas salir de noche con cajas con perros, la Unidad Fiscal especializada en Materia Ambiental inició una investigación del caso.
Los encargados del lugar del terror vendían a los canes por internet.
En el procedimiento intervino el personal de la división de Investigaciones Delictivas de la Policía de la Ciudad, quienes obtuvieron la información necesaria acerca del domicilio donde funcionaba el criadero ilegal, logrando ubicar el sitio web llamado «Mundo caniche”, donde se vendían los animales.
El fiscal a cargo, Federico Villalba Díaz, solicitó el allanamiento del establecimiento, situado en José de Paula y Rodríguez Alves al 900, tras ser autorizado por el juez Carlos Aostri; se dirigieron al lugar donde fueron confirmadas las sospechas del funcionamiento ilegal de este criadero y gracias a las denuncias de los vecinos, se pudieron rescatar a los perros caniches que se encontraban en pequeñas e insalubres jaulas.
En el operativo intervinieron también inspectores de la Dirección General de Fiscalización de Espacio Público, la Gerencia Operativa de Protección Animal.
Las autoridades competentes procedieron a incautar a estos animales que de inmediato fueron derivados al servicio veterinario y cinco de ellos fueron enviados al Centro de Recuperación ONG PRODEA.
Al ingresar y estar en contacto con los animales, los rescatistas sospecharon que los perros habían sufrido un aberrante maltrato al percatarse que no emitían sonido sino que atinaban a mover su hocico. Se debió esperar que la versión fuera confirmada por los médicos.
El veterinario advirtió que uno presenta dificultad de emitir sonido y tres sin sonido en ladrido, lo que podría indicar que les fueron cortadas las cuerdas vocales.
Finalmente, tras el estudio para establecer cómo se encontraba el estado de salud, se descubrió la anomalía en esta parte del cuerpo de los pequeños.
Cuatro de ellos tenían sus cuerdas vocales destruidas, habían sido cortadas de forma intencional. Esta es una práctica ilegal de los criaderos clandestinos para evitar que los animales llamen la atención de los vecinos.
De aquí en adelante solo van a recibir todo el cuidado y amor que necesitan para recuperarse y salir adelante.
Encantador peludo adaptándose al nuevo estilo de vida en su casa de cuidado.
Caniche rescatado feliz de dejar su triste pasado.
Todos presentaron afecciones producto de la falta de higiene y hacinamiento. Tenían su pelo apelmazado con materia fecal pegada, que se solucionó con un buen baño y corte de pelo, se les detectó ectoparásitos, dermatitis, dos de ellos sufrían de otitis y otros dos de conjuntivitis, tres tenían sarro en piezas dentales.
La Fiscalía imputó a los responsables del criadero por actos de crueldad y se dispuso la clausura de la vivienda que funcionaba como criadero ilegal, informaron desde el Ministerio Público Fiscal.
Terminó la vida de sufrimiento para estos pequeños que tuvieron que pagar un alto precio conociendo la peor cara del hombre, afortunadamente quedó atrás, varios ya se encuentran en hogares de cuidado, con familias que les ayudan a recuperarse física y emocionalmente.
Sus vidas cambiaron para siempre, esperamos que al compartir esta historia se esté cambiando y salvando otras. ¡Los perros no son mercancía, no compres! Adopta.