No hay felicidad más grande para todos los amantes de los perritos que verlos regocijados de amor. Afortunadamente, tenemos la dicha de contar historias con finales felices gracias a personas que se animaron hacer la diferencia y ser puente de luz para los perritos más vulnerables.
La felicidad de estos perritos tras ser rescatados revela su tierna forma de agradecer.
Es bien sabido que detrás de cada perrito rescatado hay un pasado, historias marcadas por infortunios que les dejaron lesiones no solo física sino emocionales.
Por ello, el proceso de sanación para cada perrito es diferente, sin embargo, todos logran salir adelante gracias a los cuidados y el amor que reciben.
Cada uno está disfrutando de esta nueva oportunidad.
Esta es la historia de tres perritos que fueron rescatados por Howl of a Dog, un grupo de rescate en Rumania.
La felicidad de este trío al disfrutar de una nueva oportunidad nos deja en sonrisa permanente y nos recuerda que no se necesita de mucho para hacer grandes cambios. Solo la disposición de ayudar y querer transformar una vida.
Pequeños cambios que hacen la diferencia.
Zuzi, Louie y Nina fueron los tres peluditos rescatados que mostraron su agradecimiento saltando emotivamente, sin duda, estaban dichosos de felicidad.
Cada uno de ellos tiene su propia historia. Zuzi fue abandonada y pasó los últimos meses de su vida durmiendo en el estacionamiento de una empresa. Louie fue rescatado mientras vagaba por un camino forestal, y Nina pasó toda su vida encadenada.
Todos podemos ser puente para darle felicidad a un perrito vulnerable.
De los tres peluditos, Zuzi era quien menos empatía tenía con sus rescatistas, cada vez que intentaban acercársele salía corriendo. Fue necesario persuadirla y darle un calmante para que pudieran ponerla a salvo.
Una vez en el centro de rescate su actitud cambió por completo, confió en las personas y le encantaba recibir caricias y golosinas.
El rescate de Zuzi fue lento pero con los mejores resultados.
Nina, al igual que Zuzi estaba un poco confundida al principio, al pasar toda su vida encadenada no confiaba en las personas, por lo que le llevó un poco más de tiempo comprender que estaba en buenas manos.
Gracias a la paciencia de sus cuidadores logró salir de su caparazón y ahora es una perrita feliz e infinitamente agradecida.
Nina ahora es una perrita cariñosa y muy juguetona.
Loui por su parte, logró sobrevivir a todos los retos que implica ser un perrito callejero, lamentablemente perdió parte de una de sus patitas, sus rescatistas creen que probablemente haya quedado atrapado en alguna trampa.
Desde el primer momento esta adorable bola de pelos no dudó en revelar su felicidad, estaba tan agradecido con sus rescatistas que con gusto se fue con ellos cuando le brindaron ayuda.
Loui fue receptivo desde el primer momento.
Tras su recuperación y total transformación, estos peluditos lograron encontrar la felicidad que tanto les hacía falta. Solo basta que vean a su principal cuidador para que salgan corriendo hacia él, entre saltos y agitados movimientos de cola terminan rodeándolo y teniendo toda su atención.
Contempla en este video la felicidad de los 3 perritos al saber que están a salvo:
Este hermoso trío logró encontrar hogares permanentes y ser parte de una verdadera familia.
Zuzi fue adoptada por una familia en Canadá, ahora es la consentida de la casa, ama tener la atención y disfrutar de todas las comodidades que le brindan. Su familia comentó:
“Zuzi se ha convertido en una pequeña perra cariñosa y tierna que siempre está en nuestra sombra. No puedo ir a ninguna parte sin que ella esté justo detrás de mí y pedir una palmada más. No podemos imaginar nuestra casa sin ella”.
Loui también encontró esa familia perfecta que se encarga de recargar su felicidad. Fue trasladado hasta Inglaterra donde pasa sus días creando grandes aventuras junto a otro perrito y los más pequeños de la casa.
“Louie ha sido realmente encantador durante todo el año y ahora está muy relajado con nosotros. Él ama las pelotas y los juguetes masticables, huesos, etc., también le encanta jugar con los niños y que le froten la espalda y el vientre. Su actividad favorita es acurrucarse en el sofá al lado de alguien”, dijo su familia.
Solo Nina se encuentra en Rumania, conquistó el corazón de una familia local y es muy traviesa. Ama por sobre todas las cosas salir a pasear y caminar sobre la orilla del río.
Su mayor felicidad son los paseos.
La vida de estos tres peluditos cambió por completo gracias a la bondad y el amor de familias que le dieron la oportunidad de ser felices.
La felicidad se logra haciendo pequeños gestos de amor que terminan por cambiar una vida. Gracias a todos los que comprenden que los perritos vienen a este mundo para amar y ser felices.