Esta conmovedora historia no solo tocará el corazón de cualquier madre, sino que servirá para continuar comprobando que la idea de la rivalidad entre perros y gatos es un gran mito inventado por los humanos, basados en casos particulares que responden a hábitos o costumbres de los animales domésticos, y que no necesariamente indican que esas dos especies sean enemigas.
De hecho, la historia servirá para demostrar lo amorosos y comprensivos que pueden ser los gatos a la hora de encontrarse con otro ser que necesite apoyo.
El instinto materno es algo universal, no se puede detener y mucho menos negar. En este caso verás cómo una gata y sus bebés le demuestran al mundo el gigantesco corazón que tienen los animales. Debra Cantwell, coordinadora de adopciones en la Society for the Prevention of Cruelty to Animales (SPCA), organización que fue creada para combatir la crueldad contra los animales.
En el 2014 el equipo de Debra Cantwell se encontró con una hembra Chihuahua embarazada, que dio a luz a sus bebés de forma prematura. En vista de lo temprano que ocurrió el parto, comparado con el tiempo habitual que dura el embarazo de una perrita, dos de los bebés lamentablemente no sobrevivieron al trauma…
«Teníamos a una Chihuahua que trajo a sus bebés al mundo de forma prematura, y dos de los pequeños no sobrevivieron. Debido al trauma que este episodio le produjo a la madre, no quiso criar a los otros dos. Así que tuvimos que acudir a una gata que estaba en la enfermería porque también acababa de dar a luz. Agarramos a los cachorros y los pusimos allí con la camada a ver si le gustaban… Y le encantó la idea», contó Debra.
En vista de que la mamá de los cachorros los rechazó, necesitaban urgentemente a otra madre que los adopte y la solución que buscaron fue perfecta. La gata los recibió con amor como si se tratara de sus propios bebés, era justo lo que requerían para sobrevivir en este mundo que antes fue tan injusto con ellos. Es admirable que los voluntarios del refugio se hayan preocupado por estos pequeños y hayan encontrado la solución.
Todos estaban nerviosos, porque no sabían si la gata iba a aceptar a los nuevos bebés, pero ella instantáneamente se enamoró y los cobijó como si se tratara de sus hijos… Y ahora efectivamente se trata de sus hijos. Es muy hermoso ver cómo los animales se quieren a pesar de tratarse de distintas especies, sobre todo en casos como este.
Los seres humanos tenemos mucho que aprender de los animales. Comparte esta conmovedora historia con todos tus amigos.