Es una historia que vale la pena contar, una historia que al leerla nos trae al corazón una mezcla de sentimientos: un sentimiento de asombro de ver cómo personas tienen piedras en el corazón y a la vez de esperanza y agradecimiento porque también existen corazones llenos de generosidad y amor.
Blackie es un adorable perro que ha sido víctima de una vida apagada, sin luz, sin emoción. Tras cumplir 14 años de edad, sus dueños pensaron que no le quedaría ya más tiempo para vivir y lo dejaron en el Centro de Animales de Austin, en Texas.
Estas personas con corazón de piedra jamás habían dado asistencia médica a Blackie, su estado de salud estaba muy quebrantado, comprometiendo la continuidad de su vida. Blackie se había quedado ciego a causa de un glaucoma y cataratas, dolencias que nunca fueron atendidas por un veterinario.
Como la última esperanza para Blackie, apareció su héroe, Brunie Drumond, que es voluntaria de Austin Mascotas Alive. Al enterarse de la historia de este encantador perro, decidió que lo quería ayudar y lo llevó a su casa para pasar unas vacaciones, quería darle un lugar lleno de amor a un ser especial en sus probables últimos días.
¡Asombroso! Un poco de amor, un poco de calor de hogar, un poco de atención y Blackie comenzó a cambiar. Su personalidad ya no era apagada, empezó a demostrar energía, alegría y definitivamente era la mejor manera de mostrar su agradecimiento a esta persona con un enorme corazón lleno de bondad.
Increíblemente sus problemas para caminar fueron desapareciendo, se incorporaba a los juegos de la familia y era plenamente feliz.
Definitivamente Brunie se convirtió en el héroe de Blackie, tendiéndole su mano para sacarlo del abismo donde estaba. Sin duda, sus últimos años serán de mucha alegría, tal y como se merece.
¡No dejes de compartirla! En esta conmovedora historia se pone de manifiesto que el amor es un tratamiento que puede sanar muchas dolencias pero sobre todo las heridas que tenemos en el corazón.