El infortunio de muchos perritos abandonados parece destinado a sufrir un trágico final. Lamentablemente, hay quienes no entienden que cuando adoptas a un perrito es para siempre, aunque parezca difícil de creer existe un gran número de perros abandonados en refugios para matar, esto es una gran sentencia de muerte para el inocente peludito que no comprende todos los cambios que debe enfrentar.
Antes de abandonar a un perrito en un refugio para matar contempla las posibilidades de dejarlo con algún familiar o amigo responsable.
Si bien hay otras opciones antes de entregarlos directamente a un matadero sin ningún tipo de modestia, muchos dueños de mascotas prefieren abandonarlos en estos refugios y desprenderse por completo de lo que ellos consideran un problema.
Recientemente un perrito fue abandonado de la peor manera presentando algunos signos de maltrato, si bien su dueño lo dejó sin ningún tipo de remordimiento el perrito parecía amarlo y se quedó esperando que volviera.
El perrito tenía la mirada más triste que te puedas imaginar.
Esta situación devastó tanto al perrito que solo miraba fijamente a la pared sin aceptar ningún tipo de caricia, ni de los voluntarios del refugio, ni mucho menos de los posibles adoptantes.
La conducta del perrito preocupaba a los trabajadores del refugio, al no querer hacer ningún tipo de contacto le dificultaría encontrar una familia y desafortunadamente tendría un triste desenlace. El perrito parecía que seguía esperando a su familia, pero estos nunca volvieron.
Más tarde llamaron al perrito Blue.
El perrito solitario yacía acostado en la esquina de la perrera esperando lo peor. Una mujer vio tan triste escena y decidió que quería cambiarle la vida. Jennifer es el nombre de la mujer que quería darle un nuevo hogar y convertirlo en un miembro más de la familia.
Aunque esto alegró a los trabajadores del refugio, fue necesario realizarle algunas pruebas de comportamiento a Blue para asegurar que estaría bien en su nuevo hogar.
Blue tenía el pelaje reseco y presentaba signos de desnutrición.
Fueron varios días de pruebas, durante este tiempo Jennifer le llevaba algunos regalos y golosinas para ganarse la confianza de Blue quien poco a poco iba dejando de lado su tristeza.
Cuando Blue llegó a casa de Jennifer algo en él se transformó, no era para nada aquel perrito deprimido y vació que esperaba lo peor en el refugio.
Ahora es un perrito alegre y divertido que disfruta de su nueva familia.
Blue nos recuerda que detrás de cada perrito solo y triste en el refugio hay una historia de fondo que marca en gran medida su personalidad. No pasemos indiferentes ante ellos y démosle la oportunidad de brillar con luz propia adoptándolos y dándoles todo el amor que se merecen.
Por suerte, Blue fue adoptado antes de cruzar el oscuro pasillo de la muerte. Aquel que muchos dueños de mascotas esperan que sus perritos crucen.
Por favor, comparte esta nota con familiares y amigos y seamos instrumentos de luz para ayudar a los perritos más vulnerables. Todos los perritos merecen una familia digna y ser amados incondicionalmente.