Laura Forma estaba en su auto cuando algo le llamó la atención a través de su espejo retrovisor. Miró con detenimiento y vio un perro pit bull cruzando la calle detrás, caminando pesadamente.
La joven podría haber seguido su camino o haber encontrado varias excusas para no hacer lo que hizo después, pues iba en dirección contraria y ya tiene en su casa ocho perros rescatados a los que cuida, seis propios y dos en tránsito.
El perro estaba vagando por el estacionamiento y se acercó corriendo al auto de Laura.
Pero no lo hizo. Se bajó decidida del auto dispuesta a sumar uno más a su variada familia.
“Hice un giro en U y fui directo hacia él”, contó luego Laura, una rescatista de perros independiente, que vive en Houston, Texas, Estados Unidos. “No pude encontrarlo al principio, por lo que estuve mirando y esperando verlo. Y finalmente apareció adelante de algunos autos y lo llamé para que se acercara”.
Llovía y estaba frío, por lo que el perro se sintió atraído hacia ella.
“Corrió derecho hacia mi auto y se subió al asiento delantero, estaba listo para ser rescatado”, cuenta Laura feliz. “Se me acercó, me olió y saltó al auto. Nunca pensé que ese perro pudiera hacer algo así, pero creo que que es algo que no crees hasta que sucede”.
El perrito se veía triste y lastimado, pero confió en Laura.
Estaba lastimado, pero aún así se veía tranquilo y dulce.
Necesitaba ayuda y Laura llegó en el momento justo.
Laura lo bautizó Thor, pues se veía muy fuerte, a pesar de que en sus ojos tristes se veía el sufrimiento por el que había pasado. El perro tenía una cuerda en su cuello como collar, pero no tenía ninguna medalla o nada que lo identificara.
“Está muy dañado, se ve a simple vista”, cuenta Laura, “y tiene algunas cicatrices en la cara”.
No quiso llevarlo a ningún refugio. En Houston, se estima que hay más de mil perros mestizos en las calles y los refugios están sobrepasados. Y como Thor es un pit bull, pensó que iba a tener menos oportunidades de ser adoptado que otros perros.
Entonces decidió llevarlo a su casa, donde pronto se sintió a gusto. “No hace nada malo. Le hice una plataforma en una de las habitaciones que tengo libre, donde está todo el día. No hace ruidos, no masticó nada. Es realmente muy agradecido”.
“Estoy segura que tenía una casa porque está entrenado para vivir adentro. Pero es muy tranquilo y amistoso. Conoció a mis otros perros a través de un separador y no tuvo ninguna reacción hacia ellos”, cuenta feliz la mujer.
En la casa se sintió a gusto y continuó mostrando su carácter especial.
Thor es tan dulce y bueno que merecía otra oportunidad en la vida.
Además asegura que es muy cariñoso. “Te mira con esos ojos tristes y te toca con sus patas para que lo acaricies”, y agrega: “Es muy dulce, a pesar de todas las cicatrices y lo que sea que haya pasado, aún es capaz de amar y eso es asombroso”.
Laura se ha encariñado mucho con Thor, pero piensa que lo mejor para él sería que tuviera una familia para él y por eso ha estado en contacto con la organización Three Little Pitties, un nuevo grupo de rescate de Houston, para que el perro se mude con sus nuevos compañeros.
A very Happy Valentine’s Day from our sweet Thor! We love our followers and adopters and thank you so much for supporting us and our efforts. 💕#thebestvalentineisadog #adoptdontshop
Publié par Three Little Pitties All Breed Rescue sur mercredi 14 février 2018
“Estoy tan contenta de tomar esta decisión de encontrarle su lugar” asegura Laura. “A veces tenemos ese impulso de retenerlo contigo. Es un perro muy bueno, y hará a alguien muy feliz”.
La de Thor es una historia que explica el amor desinteresado y las hermosas relaciones que establecemos con los perros.
¡Ahora Thor podrá seguir brindando su amor y dulzura!
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