Una vez más el frío hace de las suyas y las nevadas, aunque hermosas, ponen en peligro la vida de muchos. Las fuertes nevadas pueden acumular varios centímetros de nieve y esto se puede convertir en un problema para los más chicos, los animales pequeños pueden hundirse o quedar atrapados en la enorme y fría alfombra blanca.
Pero como sabemos siempre hay alguien dispuesto a ayudar.
Chase es un Golden Retriever que vive en Nueva Escocia, sus padres tienen una granja y lo han entrenado para que rescate a los animales que puedan encontrarse en problemas. Hubo una fuerte nevada y era el momento perfecto para poner en práctica su entrenamiento.
Dos gallinas estaban atrapadas en la nieve muy cerca de su corral y Chase sabía exactamente lo que tenía que hacer.
Guiado por su dueño, él llegó hasta el lugar donde las dos gallinitas se encontraban atrapadas, recibió un par de indicaciones e inmediatamente se puso a cavar con sus patas delanteras. Chase fue quitando la nieve que se encontraba a un lado del cuerpo de la primera gallina, de esa manera comenzó a quedar libre.
En pocos segundos, la gallinita queda libre y Chase con un suave empujón le enseña el camino a seguir.
El inteligente y noble perrito mira a su dueño como esperando su aprobación y comprobar que lo está haciendo bien, el hombre le responde que aún queda una gallina por salvar y Chase comienza a cavar nuevamente.
De esta manera, la segunda gallina que solo tenía medio cuervo en la nieve queda libre, aunque luce un poco confundida.
Ella no se mueve y Chase la toca un par de veces con el hocico para indicarle que es momento de salir de ahí, mientras que la otra gallina la espera a pocos metros. El hombre termina de acompañar a la primera hacia su refugio y luego con su mano empuja a la segunda gallinita para que salga de la nieve.
Después de un par de aleteos y ligeros empujones entra de un salto a su corral.
Chase logra su objetivo y su dueño no deja de estar muy contento con su actuación, caminan juntos detrás de las gallinas, que aunque con un poco de frío se encuentran sanas y salvas. Ellas se quedan dentro de su cómodo y cálido refugio, donde les sobra alimento y espacio para descansar.
Chase, por su parte siempre mantuvo una actitud muy profesional durante su importante misión.
Chase, definitivamente tiene un buen futuro como rescatista y su dueño lo está entrenando muy bien, los Golden Retriever siempre se caracterizan por su bondad y su nobleza ante todas las especies y él no es la excepción.
Aunque esperamos que nunca se vean envueltos en una situación extrema y de peligro real, sabemos que Chase sabrá cómo actuar y posiblemente pueda salvar muchas vidas.
Un ejemplo a seguir y esperamos que Chase lo siga haciendo muy bien, ¡no olvides compartir su historia!