La vida para un perrito abandonado está llena de infortunios donde cada día es un reto para sobrevivir a las penurias que la calle le ofrece. Desolación, hambre y fuertes heridas físicas y emocionales forman parte de la realidad de un gran número de peluditos callejeros que esperan ser rescatados y disfrutar de una nueva y mejor oportunidad.
Afortunadamente, por muy desolador que parezca el panorama, siempre habrá personas dispuestas a apostar por hacer la diferencia y transformar la vida de los más vulnerables con pequeños gestos que sin duda hacen posible el final feliz que se merecen.
Un perrito con la columna fracturada fue rescatado por una buena mujer y su familia
Esta es la historia de un perrito que por mucho tiempo estuvo agonizando de dolor, sin tener casi movilidad, desnutrido y con la mirada triste.
Cuando creía que todo estaba perdido aparecieron ángeles terrenales que al verlo no pudieron ignorar su situación e hicieron lo posible por mejorar su calidad de vida. El perrito fue visto por Kiara Ijzendoorn y su familia, cuando se encontraban de vacaciones en Creta, Grecia.
Muchos perritos callejeros padecen ante la apatía de algunas personas.
Ijzendoorn no podía creer lo que estaba viendo ni mucho menos imaginar la dolorosa situación en la que se encontraba el perrito y decidió ayudarlo. Cuando lo encontró el perrito tenía un grave estado de salud:
«Su pierna estaba totalmente paralizada. Tenía una gran protuberancia en la espalda debido a su columna vertebral fracturada. Paramos el coche para que pudiera arrastrarse fuera del camino, pero parecía un costal allí tirado”.
La joven intentó indagar un poco con la esperanza de encontrar alguna respuesta que la ayudara a comprender la situación del perrito, pero solo descubrió que vivía completamente solo en un granero abandonado muy cerca de la carretera donde lo había visto tirado.
Durante su estadía en Grecia, Kiara estuvo visitándolo por varios días donde le proporcionó comida, agua y lo más importante, lo hizo sentir amado.
Decidió llamarlo Fos, que significa “brillante” en griego.
Pese a la terrible situación en la que se encontraba, Fos siempre fue muy receptivo, cada vez que lo visitaban su ojitos tenían un brillo especial, le demostraba su cariño con dulces besos y a su manera le agradecía todo lo que estaban haciendo por él.
El perrito había conquistado por completo el corazón de Kiara, así que oficialmente decidió adoptarlo.
Cuando un veterinario atendió a Fos determinó que debido a la gravedad de sus lesiones el tierno perrito había sido maltratado en el pasado.
Para poder recuperar su salud tuvo que estar en tratamiento por unos días hasta que finalmente pudo ser llevado a su nuevo hogar en Holanda, donde vive Kiara y su familia.
Fos fue enviado a su nueva familia en Holanda.
El perrito no podía estar más feliz. Al fin pudo tener una familia que lo cuidaría y llenaría de amor sin importarle el pasado que pudo tener.
Un gesto de amor que terminó por transformar la vida de un perrito.
La recuperación de Fos ha sido lenta pero ha demostrado grandes cambios en comparación con el estado en que fue encontrado. Poco a poco Ijzendoorn y su familia van entendiendo al perrito que revela algunos miedos. Su nueva dueña señala:
«Camina mejor ahora y su protuberancia no es tan grande. Él tiene miedo a los hombres mayores y algunos gatos”.
Fos no puede estar más feliz de haber encontrado una familia que lo cuide y le de todo el amor que se merece. Sin importar las cicatrices de su pasado lo más importante es que su familia esta siendo todo lo posible porque su presente este lleno de amor e infinita alegría
Gracias a todos los que sin importar el pasado de los peluditos se animan a adoptar y transformar sus vidas. Sigamos apostando por un mundo sin maltrato animal, ellos no están solos y necesitan que seamos más fuertes para hacer respetar sus derechos.