No podemos negar que los perritos callejeros tienen una vida sumergida en la miseria, muchos de ellos pasan sus días esperando que sea el último para quizá poder descansar después de tanto dolor.
Nuestro protagonista es uno de esos perritos que estaba al borde de la muerte, afortunadamente, alguien tuvo compasión de su desdicha y llamó al grupo de rescate local para que fueran a socorrerlo.
Animal Aid Unlimited se acercó al lugar donde descansaba la perrita
La indefensa criatura era un pequeño bulto de huesos cubierto de garrapatas, sin duda alguna, necesita atención médica.
Los rescatistas cuando llegaron al lugar no podían creer el estado en que se encontraba la perrita, ¿cómo alguien puede pasar indiferente cuando vemos a un ser suplicando ayuda?
Uno de los rescatistas se acercó y le obsequió una galleta.
Los voluntarios se acercaron con mucho cuidado ofreciéndole algunas golosinas para ganarse su confianza y hacerle saber que estaba en buenas manos. La dulce perrita no corrió, por el contrario, parecía aliviada de poder tener alguien al lado.
La perrita se comió toda la galleta que le dieron y luego la cubrieron con una manta para trasladarla al centro de atención canina donde comenzaría un largo tratamiento.
En el santuario de Animal Aid el veterinario le realizó varios exámenes.
Cuando llegaron al santuario el veterinario tenía todo listo para darle toda la atención que necesitaba, resulta inevitable no fijarse en la mira triste y dolorosa de la perrita.
Esto conmovió aún más a sus rescatistas quienes estaban dispuestos a salvarla y cambiar su vida. La piel de la perrita era muy débil, como consecuencia de la sarna estaba agrietada y tenía poco pelaje.
Llamaron a la perrita Shimmer.
Lo que más preocupaba a sus rescatistas era el gran problema de sarna que tenía la dulce Shimmer, de no ser atacada su vida estaba en riesgo. Le suministraron una serie de antibióticos y desparasitantes vía intravenosa.
La perrita se mostraba tímida pero poco a poco fue soltándose con los rescatistas que se convirtieron en sus ángeles. Por primera vez en mucho tiempo disfrutó de un buen plato de comida a base proteínas y nutrientes.
También recibió antibióticos tópicos y baños medicinales.
Debido a su grave problema de sarna Shimmer recibió baños curativos todos los días, ella amablemente se quedaba quieta y se dejaba atender por aquellas personas que solo querían verla feliz y corriendo sanamente.
Su confianza fue creciendo con el paso del tiempo, sus rescatistas se convirtieron en sus amigos y fue revelando su verdadera esencia, juguetona y llena de alegría.
Shimmer es una perrita feliz que disfruta correr con los otros perritos del refugio.
Solo fue cuestión de tiempo, mucha dedicación e infinito amor para que Shimmer sanara por completo. Ahora es una perrita completamente sana y agradecida por esta segunda oportunidad que le dieron.
Aquí puedes ver los detalles de esta dura historia pero con un final feliz
Para muchas personas Shimmer era solo un perro que debía morir, pero estos amantes de los animalitos se encargaron de transformar por completo su vida. Gracias a todos los voluntarios por devolverle la vida y hacerla feliz.
Organizaciones como estas merecen todo nuestro apoyo. Por favor, comparte esta nota en tus redes y anímate a colaborar con el refugio local más cercano. Hay muchas vidas que salvar y los perritos esperan ser amados.