Un perrito con serios problemas en su piel y sin pelaje se convierte en un can feliz y esponjoso, después de la intervención de unas personas que se comportaron cómo verdaderos ángeles. Solo hay que ver la increíble transformación y conocer la emotiva historia para saber que todo pequeño gesto de amor puede servir para salvar una vida.
Su nombre es Homer, un perrito rescatado que sufrió una increíble transformación.
El can en cuestión es de Bali, una isla en Indonesia en la que existen miles de animales sin hogar. Aunque las fundaciones y rescatistas independientes hacen todo por ayudarlos, la verdad es que no se dan abasto para rescatarlos a todos. Por esa razón la buena voluntad del Aaron alegró nuestro corazón.
Este hombre vio al perrito demacrado y con graves lesiones en su piel, mientras conducía por la carretera y no dudó ni u instante en detenerse.
La cara de tristeza del animal le rompió el corazón y por ese motivo supo que debía rescatarlo.
Pero el chico conducía una motocicleta y temía no poder transportar al can en ese medio, así que intentó pedir ayuda en un establecimiento de llantas que había en el lugar, pero las personas simplemente lo azuzaron para que se fuera. El pobre perrito echó a correr, pero su falta de energía lo hacía moverse a paso lento.
Para él no era extraño que las personas lo rechazaran pero Aaron quedó indignado.
Aaron se acercó y pudo percatarse de que el asunto era mucho peor de lo que imaginaba.
“Tenía hambre, estaba deshidratado y obviamente sufría mucho dolor.
Pensé que inicialmente solo tenía un problema en la piel, pero cuando me acerqué vi todos estos tumores, que parecía que todos habían estallado.
El pobre chico debía estar sufriendo mucho”, escribió en una publicación de Facebook.
Ese día, Aaron estaba con el corazón destrozado y más por ver el temor que sentía el perrito ante los humanos. Por eso intentó atraparlo con alimento pero el asunto no funcionó.
“Pero no pude agarrarlo. Estaba tan asustado de los humanos. Tenía miedo de que si se acercaba a mí probablemente lo lastimaría.
Por supuesto, solo quería ayudarlo, así que estaba atrapado en una encrucijada sobre qué hacer. No podía dejarlo ahí. Me acerqué a Bali Animal Welfare Assoc para preguntarle si podían ayudar a capturarlo y amablemente aceptaron ayudar”
Recurrir a la ayuda de profesionales fue la mejor decisión del chico, quien celebró que los voluntarios le ayudaran.
El perrito fue capturado y lo trasladaron de inmediato a un centro médico en el que Aaron se encargó de costear todos los gastos. El hombre de buen corazón haría todo lo posible por ese perrito sin pelaje.
Homer fue atendido por los médicos de Sunset Vet, un centro en el que estuvo recurrido por varios días. Tras unos estudios se determinó que el perrito sufría de cáncer, así que fue necesario iniciar con rondas de quimioterapias.
Durante este tiempo, Aaron estuvo dispuesto no sólo a cancelar las facturas sino a acompañar al perrito. El hombre pasaba las tardes a su lado, sentado fuera de la jaulita de Homer y dándole ánimos para que el perrito supiera que no todos los humanos eran iguales.
Esta fue la rutina de Homer y Aaron por tres meses, hasta que el can comenzó a mostrar signos de recuperación y finalmente logró vencer el cáncer.
Tras un camino difícil, Homer estaba listo para reintegrarse a la sociedad, pero ahora de la mano de un humano que lo ama. Además de todo, su piel sano y un pelaje hermoso comenzó a crecerle.
Homer se convirtió en un perrito esponjoso y sobre todo feliz.
Aaron no se arrepiente en absoluto por todo lo que invirtió en él y, al contrario, se lamenta que nadie se hubiese puesto la mano en el corazón antes para ayudarlo.
“Me rompe el corazón saber que se le permitió ponerse así y que miles de humanos probablemente lo vieron antes que yo”, dijo.
Lo bueno es que este amigo ahora tiene a una familia y nunca más tendrá que padecer en la calle. Ojalá todos los perros sin hogar tengan una oportunidad como la que tiene ahora Homer.