La realidad para los perritos callejeros muchas veces está marcada por una cadena de infortunios unos más lamentables que otros, pero todos les dejan heridas físicas y emocionales que solo con ayuda de verdaderos amantes de los animales podrán superar.
Esta es la historia de Mateo, un adorable perrito que fue rescatado de las calles de
Chillán-Chile con un lamentable estado de salud.
Mateo es un poodle blanco.
Sus dueños lo abandonaron con una fuerte lesión en sus patas traseras, completamente desnutrido y sin fuerza para poder enfrentar todo lo que un perrito callejero debe tolerar.
Por suerte, fue visto a tiempo por una noble mujer quien no pudo dejarlo en esa situación y decidió a darle la protección que tanto necesitaba.
El perrito no tenía movilidad en sus patitas traseras.
Katherine Andrea fue la mujer que estuvo dispuesta a romper con la mala suerte que estaba padeciendo el perrito y cambiar su vida para siempre.
La lesión de sus patas hizo que perdiera movilidad en ellas, por lo que Mateo debía arrastrar la mitad de su cuerpo para intentar llegar a un determinado lugar.
Su estómago y muslos estaban cubiertos de llagas.
Muy sucio y herido Mateo recibió toda la atención que necesitaba, su proceso de recuperación ha sido bastante lento pero satisfactorio. Su pelaje enmarañado fue cortado, luego recibió un reconfortante baño, algo tan sencillo que hizo que el perrito luciera completamente diferente.
Aún queda mucho por hacer, pero Andrea no se da por vencida, está convencida que Mateo es un guerrero que ha superado muchas adversidades.
El perrito asiste a fisioterapia para ayudarlo a fortalecer sus músculos.
Es cuestión de tiempo, paciencia y mucho amor para que Mateo se recargue de energía y llegue a su peso ideal.
Este pequeño peludito se ha convertido en el fiel compañero para Katherine y el miembro consentido de su familia.
“Mateo, gracias a Dios por cruzarlo en nuestro camino” comenta Katherine.
Desde el primer día en que fue rescatado hasta la fecha, Mateo ha tenido varias consultas con el veterinario, incluso fue intervenido quirúrgicamente donde trataron las lesiones de sus patitas.
Por ahora no hay certeza de que vuelva a caminar, pero está recibiendo terapias en sus extremidades para ayudarlo a enfrentar esta gran batalla.
El camino para Mateo es largo pero ahora tiene la mejor compañía.
Debido a su condición, el veterinario sugirió el uso de una silla con ruedas traseras, para que así pueda caminar usando sus patas delanteras.
Pero Mateo aún está muy débil y sin la fuerza necesaria para cargar con su propio peso, se espera que esta sea la opción más viable en un futuro.
Mateo tiene un futuro prometedor, pero antes necesita sanar sus heridas físicas y emocionales.
Mientras tanto sigue demostrando que es un gran guerrero, al lado de su protectora madre estamos seguros de que pronto mejorará del todo. Gracias, Katherine, por abrir las puertas de tu casa y tu corazón para acoger a este perrito vulnerable.
Grandes gestos de amor como estos deben ser un ejemplo y motivación para ayudar a tantos perritos en situación de calle que nos necesitan. Comparte el rescate en tus redes y anímate a adoptar a un peludito.