Las redes se llenaron de reacciones que apuntaban a que las imágenes eran editadas con Photoshop. La dueña del adorable perro nos explica por qué no es así. ¡A su Golden Retriever, sencillamente le encanta bañarse en el fregadero de la cocina!
Hemos visto muchas imágenes del adorable Franklin dentro de su fregadero y es que esto tiene una explicación. El can resulta ser muy juguetón, algo característico de su especie. Aunque no le gusta simplemente jugar como un típico perro de su raza, a Franklin, sobre todo le encantan los días posteriores a la lluvia cuando el parque cercano a su casa se llena de charcos de lodo.
Es así que el claro pelaje del perro se llena de lodo, cubriendo sus patas y su estómago con manchas que no resultan del agrado de su dueña.
La madre de Franklin, Anam Rahman, siendo una abogada ocupada no cuenta con mucho tiempo, pero se dedicaba a perseguir al, por entonces, cachorro, por toda la casa intentando convencerlo de meterse al baño. Pero Franklin detestaba bañarse en la bañera, esa idea no era para nada de su agrado.
Agotadas las posibilidades (y la paciencia de Anam) es que un día la amorosa madre del cachorro encontró la solución: bañarlo en el fregadero
Fue pura casualidad, Anam no tenía el tiempo suficiente para intentar convencer a Frankiln de meterse voluntariamente en el baño y sólo tenía que lavarle las patas. La cocina es una habitación en la que el cachorro sí se siente cómodo, pues era abierta y no tan asfixiante como lo puede ser un cuarto de baño.
En ese momento la solución a todos los problemas de higiene apareció: lavarle las patas y el abdomen al perrito en el fregadero. Un método insólito, pero efectivo. El problema llegó cuando Franklin fue creciendo y creciendo, algo que no ocurrió con el fregadero.
De esta manera es que surgieron las fotos que tantas risas nos causan y nos dejan perplejos de ternura y asombro. Un gran Golden Retriever adulto dentro de un diminuto fregadero de cocina.
“Ocasionalmente le doy un baño completo, pero por lo demás, el fregadero funciona como una gran alternativa” comenta la abogada y madre del can.
Por lo general, al gran perro no le gusta ser cargado en brazos, pero esa actitud cambia drásticamente si el fregadero está involucrado. Cuando nota que lo levantan para recibir uno de sus baños rápidos en la cocina, se apresura a saltar a los brazos de Anam y espera pacientemente los pocos segundos que demora en depositarlo dentro de su bañera improvisada, para alegría de él y de la espalda de ella.
Un día como otro cualquiera, la amorosa madre decidió publicar una fotografía de Franklin dentro del fregadero y las reacciones no se hicieron esperar. En unas horas se hizo viral el tierno perro tomándose su baño relajante, mientras que las personas especulaban sobre si realmente la foto sería real o editada.
Anam es feliz con su ahora famoso hijo canino, pues es el perro con el que soñó desde pequeña. Por eso mismo la abogada ama a Franklin, limpio o embarrado hasta las orejas. Podemos seguir las aventuras de este travieso perrito en su cuenta de Instagram.
Comparte esta insólita historia y regala una sonrisa a algún amigo o familiar. ¡Deja que el mundo vea el amor que siente Anam por su peludo hijo y el de este por bañarse en el fregadero! Sin duda, una historia única que nos recuerda por qué son nuestros mejores amigos.