Charlie es un adorable perrito que fue rescatado de una situación de acaparamiento junto a otros 44 peluditos, todos fueron acogidos por la RSPCA, la situación en la que se encontraban era realmente lamentable.
Del gran grupo había uno que llamaba especialmente la atención por lo tímido que era, cuando los rescatistas lo tomaron estaba muy asustado, parecía haberse sumergido en su propio mundo, tanto así, que cuando llegó al refugio no se movió de la esquina de su perrera durante las primeras seis semanas.
Perrito lleva casi un año esperando la familia ideal.
Desafortunadamente, el perrito pasó toda su vida antes de ser rescatado sin tener contacto con el mundo exterior, nunca había usado un collar ni mucho menos recibido un gesto de cariño.
Todo para él era completamente nuevo, por lo que mucha de las cosas le resultaban aterradoras, sus rescatistas supieron desde el primer momento que les llevaría mucho más tiempo ayudarlo a adaptarse a su nueva vida.
Al principio era muy tímido, pero al transcurrir los días dejó florecer su tierna personalidad.
Fue necesaria mucha paciencia y amor infinito por parte de sus cuidadores para que Charlie confiara en ellos, no fue sino después de cuatro meses de su rescate que se vinculó emocionalmente con los cuidadores y dio los primeros pasos fuera de su perrera.
El proceso de recuperación de Charlie ha sido un poco más lento en comparación a cualquier otro caso que el refugio haya recibido, sin embargo, ha dado grandes avances y dejado atrás esos nervios que los invadían.
Cada día que pasa no deja de sorprender a sus cuidadores con su tierna forma de conquistar todo lo que lo rodea. Hayley Moorey, asesora de comportamiento y bienestar de la RSPCA comentó al respecto:
“Es un perro muy diferente al animal nervioso y retraído que llegó aquí hace casi un año, y realmente merece encontrar un hogar encantador después de todo lo que ha pasado”.
Esta hermosa bola de pelos tiene más de 300 días en el refugio y aún no encuentra esa familia ideal que lo acepte y le de todo el amor que necesita. Si bien hay algunas situaciones en las que se pone nervioso, tiene otras habilidades que lo hacen merecedor de un buen hogar.
“Le encanta salir corriendo con todos sus amigos perritos aquí en el centro y continúa conociendo y desarrollando relaciones con diferentes miembros del personal. Le encanta que sus principales cuidadores lo abracen y también da muchos besos. Ha sido un gran viaje para él, estamos encantados con su progreso y la oportunidad que ahora tiene de llevar la vida que siempre debería haber tenido”, dijo Hayley.
Por mucho tiempo esta adorable bola de pelos pasó sus días lleno de miedo, ahora que ha recuperado la confianza, sus cuidadores apuestan por encontrarle un hogar donde pueda disfrutar de la vida que se merece.
Desean que sus nuevos padres adoptivos se tomen el tiempo para formar el vínculo con el perrito y que comprendan que le puede llevar tiempo adaptarse a su nuevo entorno.
Su mayor regalo es poder ser parte de una familia amorosa.
Charlie se lleva muy bien con otros perritos por lo que podría compartir hogar con un hermano canino, le encanta correr y jugar así que sería feliz en una casa con un gran patio cercado.
Es necesario que su nueva familia este de acuerdo con ir al refugio un par de veces antes de llevárselo de manera definitiva a su nuevo hogar. Lo más importante, es que pueda pasar el resto de su vida siendo amado y muy feliz.
“Su pequeña personalidad descarada ahora realmente ha salido a la luz, y les ha demostrado a todos que el tiempo y la paciencia realmente dan sus frutos”, dijo Moorey.
El mejor regalo para este angelito de cuatro patitas es que pueda pasar Navidad en su nuevo hogar y disfrutando de todo el amor que se merece. No dudes en comunicarte con la RSPCA si está interesado en su adopción.
Adopta y transforma la vida de un perrito que solo tiene mucho amor para dar.