Después de pasar tiempo juntos, siempre llegamos a conocer a nuestras mascotas tanto como si fueran nuestros bebés, aprendemos qué comidas les gustan, sus juegos favoritos y sus hábitos más peculiares que los hacen incluso más adorables, aunque nos hagan pensar que tenemos la mascota más rara del mundo.
A algunos perritos les gusta jugar al escondite, abrir puertas de las formas más originales o simplemente descansar, como lo hace este precioso can llamado Sherman, a quien le gusta dormir más que a ningún otro perro, él lo hace en cualquier lugar y entre más extraña sea la posición en que lo haga más lo disfruta.
Este grandulón disfruta dormir como nada en la vida
Angela Castillo, la mamá de Sherman, cuenta que el se pone en las posiciones más extrañas al dormir.
«Es como si fuera un perro contorsionista, él es el perro Gomosito», comenta Angela.
Ella también comenta que el perro tiene uno de los peores ronquidos: “Él hace mucho ruido al roncar, pero de una extraña manera escucharlo hacer esos ruidos es relajante”.
Él y su dueña son los más unidos
Ella también añade cuál es su técnica para lidiar con su perrito dormilón: “Nosotros tenemos ahora camas en todos los cuartos porque a él le gusta acompañarnos a todos lados, así que le arreglamos una cama en la cocina, en el baño y en la sala, por si acaso no tiene ganas de dormir en el mueble”.
Sherman llegó a la vida de Angela cuando ella se decidió por primera vez a adoptar. “Cuando lo trajimos se le notaba que no tenía confianza y era un poco miedoso, pero una vez se comenzó a relajar, las siguientes semanas se convirtió en el perro que es ahora, muy tierno, él llega a donde estás, se recuesta y cae rendido”, cuenta la mujer.
Él es el más tierno grandulón
La experiencia de criar al perrito ha sido como tener a una criatura fantástica en casa, pues él es un perro gigantesco, enorme, cuando ella lo lleva de paseo la gente que lo ve se queda paralizada de la emoción, se van directo a acariciarlo y a estrujarle la cabeza, que tiene el tamaño de una pelota de voleibol.
El invierno es una de sus temporadas favoritas para jugar afuera
Después de tanto tiempo junto a él, ella lo ve cómo se sienta de una manera diferente: “Es como si fuera un panda, porque la parte superior de su cuerpo es enorme, pero tiene una cadera pequeñita, por eso siempre se sienta de lado”, cuenta Angela.
Cuando no está durmiendo está jugando afuera de la casa
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Sherman sufría de un severo caso de Glaucoma de ángulo cerrado, así que sus dueños tuvieron que llevarlo al veterinario para que le enuclearan un ojo. Angela piensa que el hecho de que ahora solo tenga un ojo lo hace incluso más tierno que antes.
Cada día los dos se quieren un poco más
A pesar de que sólo tiene un ojo, y que éste tiene cataratas, él es muy bueno atrapando la pelota, aunque quizá haya que agradecerle también a que tiene una enorme cabeza, piensa su mamá. Otra cosa que él ama es la nieve, le gusta comérsela y su dueña le tiene una colección de suéteres, a ella le emociona vestirlo con estos o con franelas, es simplemente el perrito más tierno por su único tamaño y carisma. ¡Cada día Angela lo quiere más y más!
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que disfruten de las alocadas y tiernas costumbres de sus mascotas, pues ellos son seres únicos que al igual que sus dueños tiene una personalidad invaluable y preciada!