Cuando se tiene un peludito en casa no se tiene una simple mascota, sino a un ser que forma parte de la familia, alguien que llega a nuestro hogar para ser de lo normal algo realmente extraordinario.
Aunque a veces son muy traviesos, otras, pueden ser el ejemplo perfecto ante sus hermanos perrunos e incluso humanos.
Desde que llegó a su hogar, el perrito es un niño más de la familia.
Al menos así lo demostró Ruger, un adorable perrito que ha conquistado miles de corazones luego que se compartieran las divertidas fotos de una sesión familiar.
Desde que el perrito llegó a su hogar creó un hermoso vínculo con todos los integrantes de su nueva familia, especialmente con los tres niños, con quienes disfruta correr, jugar y hacer grandes aventuras.
Los cuatro son un divertido equipo donde desborda la imaginación y las sonrisas. Molly Figueroa, la madre de Ruger comenta al respecto:
“Tiene vínculos especiales pero diferentes con cada uno de mis tres hijos”.
Molly es fotógrafa, y por supuesto, una de las cosas que más disfruta es capturar tiernos retratos familiares, sin embargo, obtener la foto perfecta siempre es un reto, sus modelos favoritos no son muy buenos para quedarse quietos frente a la cámara.
Ellos suelen estar disperso durante la sesión y jugar mientras mamá cruza los dedos por un minuto de completa serenidad.
“Mis hijos odian posar y Ruger generalmente evita el contacto visual con la cámara de mamá”, dijo Figueroa.
Sin embargo, un día mientras Molly trataba de que todos sus hijos se quedaran quietos para la foto, increíblemente Ruger decidió posar y obedecer ante todo lo que decía su madre. De un momento a otro se convirtió en ejemplo para sus hermanos.
El adorable perrito cambió por completo su comportamiento juguetón y posó sonriendo ante la cámara esperando que sus hermanos hicieran lo mismo. Molly comentó:
“Estaba teniendo el mejor día de su vida y lo demostró al regalarme esa sonrisa gloriosa”.
Ante la actitud de Ruger, Molly deseaba que sus tres hijos siguieran su ejemplo, pero esto estaba lejos de que sucediera, solo obtuvo un montón de fotos con grupo de niños traviesos alrededor de un perrito que posaba dulcemente.
Un perrito sentado posando mientras el caos giraba a su alrededor.
Aunque Molly desconoce si la receptividad de Ruger ese día ante la cámara fue por obediente y solo por obtener golosinas extras, no deja de sorprenderle que fuera el más listo de todos.
“Sabía que tenía golosinas. También soborné a los demás con golosinas, pero no estaban muy entusiasmados con ellas”.
Si bien Molly no obtuvo el resultado que deseaba, al ver las fotos no pudo evitar sonreír, eran muy curiosas y divertidas.
Luego de varios intentos, los niños se quedaron quietos y dejaron que mamá tomara la anhelada fotografía. Después de todo, tiene pruebas de quien fue el más juicioso de la sesión de fotos familiar.
Sin duda, los perritos nos enseñan a disfrutar de la vida y muchas veces son nuestros mejores maestros. ¡Comparte!