No hay mayor sensación de desesperanza que sentirse abatido y solo, haber perdido todo sin saber en quien confiar, ni tener un lugar seguro donde refugiarse para recibir los cuidados que calmen el dolor emocional y físico.
Cuando ese dolor es producto del abandono, se convierte en algo muy difícil y triste de soportar, es lo que seguramente ha tenido que enfrentar este perrito, no le quedó otra opción que tratar de mantenerse al margen de las personas y salir adelante por sí mismo.
Afortunadamente sus días de desdicha terminarían gracias a las personas bondadosas de la organización de rescate de la Sociedad para la Protección de los animales callejeros (SPAZ), que acudieron inmediatamente al ser informados de la situación de este perro que fue descubierto vagando en solitario en una zona rural, cerca de Atenas, en Grecia. Sabían que debían ayudar a este ser indefenso.
Cuando llegaron al lugar pudieron notar que le faltaba una de sus orejas y se veía muy enfermo, era prácticamente imposible poder acercarse a este peludo asustadizo, cada vez que sentía su presencia, se alejaba.
Los rescatistas estaban allí para él, aunque no lo sabía. Habían llegado a su vida para ser los responsables de cambiar el destino de este ser indefenso y triste, que por alguna razón había dejado de confiar en la gente, por lo visto, llevaba tiempo en ese lamentable estado.
Se presume dadas las circunstancias de su hallazgo que realizaba labores de pastoreo, cuidando ovejas o cabras en alguna comarca, al quedar enfermo o herido fue dejado a su suerte, sin que nadie se hiciera responsable. Es triste imaginar todo lo que le ha tocado vivir.
Para poder finalmente acercarse sin asustarlo, tuvieron que tomar la decisión de colocar alimento con sedante, y permanecer lo más cerca posible, de esta manera cuando estuviese calmado y con sueño, intentarían darle la ayuda que tanto necesitaba.
Este audaz peludo comió, y aunque quería recostarse, se resistió, siguieron colocando otras porciones de comida, inteligentemente enterró algunas con la poca energía que le quedaba.
No tenía la menor idea que esas personas estaban allí para quererlo. En ningún momento se mostró agresivo a pesar del miedo, esperaron pacientemente hasta que estuvo demasiado cansado para continuar, fue entonces cuando aceptó que sus héroes estuvieran a su lado para emprender un nuevo rumbo.
Los médicos examinaron a este perrito de aproximadamente cuatro años de edad y recibió el tratamiento que necesitaba, fue diagnosticado con Ehrlichia, una enfermedad causada por las garrapatas, brotes de sarna, por lo que había perdido su pelaje, tenía muy bajo peso y extensas heridas por todo su cuerpo.
Le faltaba una de sus orejas, evidenciaba un corte, al igual que su cola, además de eso mostraba algunas cicatrices de posibles pedradas que recibió para hacerlo sentir aún más despreciable.
El mayor problema que ha tenido que enfrentar es precisamente la falta de confianza y tener que acostumbrarse que ya nada malo le va a ocurrir de ahora en adelante.
Ahora Mr Shepherd parece un perro completamente diferente, luce saludable, guapo con un pelaje increíble. Le agrada el contacto humano, está feliz de recibir algo que nunca había tenido y es el amor, comenta Valia Orfanidou, conmovida al compartir la experiencia del rescate.
Todo lo que experimenta es nuevo y no tiene nada que ver con su pasado. Mr Shepherd, ni ningún otro perro deben ser tratados como desechos, esta bella historia nos recuerda que el amor existe gracias a personas, que son como luces que se acercan a los más necesitados para estar a su lado y hacer encender la luz de su corazón.
No hay mayor recompensa que reparar un corazón roto y prender la luz que hará brillar sus días para siempre.
No dejes de compartir la alegría de descubrir y hacerle llegar tu mensaje a la gente buena que le tendió una mano y a Mr Shepherd.