Un perrito fiel jamás podrá comprender por qué a su dueña a la que tanto ha amado en esta vida, le ha llegado la hora de partir, sin que nadie pueda ayudarlo a aliviar semejante dolor.
Y es que, los perros son las criaturas más leales e incondicionales en nuestros momentos difíciles. Ellos sabrán estar a nuestro lado; en la alegría y el dolor; en la enfermedad y cuando todos nos dan la espalda; en cada etapa importante de nuestra vida; pero, también cuando la muerte llega inexorable para apartarnos de esas criaturas peludas a las que les debemos tanto.
Ese fue el drama que tuvo que afrontar un amoroso perrito la dura partida de su dueña
Cuando falleció una abuelita llamada María Isabel Benites Chamba, de 95 años de edad, su familia y amigos estuvieron presentes para presentar sus respetos en el funeral y orar por su descanso eterno.
Pero todos, incluido el personal de la Funeraria Santa Rosa, en Ecuador, quienes organizaron el velorio, quedaron totalmente desconcertados y profundamente conmovidos por la presencia de un particular asistente que fue mucho más allá.
Se trataba de la amada mascota de toda la vida de doña María Isabel, su perrito Bumer.
Al parecer, el perrito parecía haberse dado perfecta cuenta de lo que estaba sucediendo. Y estaba devastado por tener que aceptar que no podría abrazar de nuevo a su madre.
Así que, en un gesto increíble de sensibilidad, empatía y dolor, se negó a separarse por un solo segundo del ataúd que llevaba a su humana favorita… ¡Hasta el final!
Tal como lo había hecho mientras vivió a su lado, Bumer se resistió a dejarla sola. Era su forma de mostrar cuánto la amaba; y a la vez, su manera de consolarse solito en su pérdida tan difícil de llevar.
En la funeraria quedaron tan consternados con el gesto del perro fiel, que grabaron todo el momento, e incluso ofrecieron declaraciones a los medios locales.
«Se podía ver la lealtad y el afecto que existía entre ella y su perro. Siempre estuvo ahí con su dueña», dijo un portavoz de la funeraria.
Después de la ceremonia, se formó una procesión para escoltar al ataúd hasta el cementerio. Y por supuesto que Bumer aprovecharía hasta el último segundo posible para manifestar su amor, así que también insistió en venir.
Las escenas llegan al alma, especialmente por la carita compungida de Bumer:
“Rodeó el coche fúnebre antes de subir a bordo como si dijera: ‘Quiero ir a despedirme de mi mamá’. Un tremendo ejemplo de lealtad», agregó el portavoz.
Claramente, se podía ver a Bumer totalmente desconsolado, pero en ese momento, él quiso que todos vieran su inmenso amor por su madre, dando la mejor lección al mundo entero.
Ciertamente la mujer falleció, pero la fidelidad de Bumer sigue viva. Con suerte, con el tiempo, su corazón roto comenzará a sanar. Lo bueno es que cuenta con la familia de la mujer que se ha hecho cargo del perro y no estará solo.
Según el personal de la funeraria, Bumer fue visto en compañía de la familia de la abuelita fallecida. Los une su recuerdo y el gran amor que sentía por ella. Es por eso que para fortuna del perrito, no le faltará el amor que tanto necesita.
Desde que la funeraria difundió las escenas, los comentarios de cientos de internautas no paran de llegar:
«Demuestran tener más sensibilidad que los propios humanos», «Su nobleza, cariño y lealtad son incomparables», «Es tan inexplicable cómo un perro sabe mejor que muchos de nosotros los humanos», «¡Los perros tienen verdaderos sentimientos!», «Ese precioso perro extrañará demasiado a su dueña, me hace llorar, ¡RIP hermosa dama y protege a tu perro desde el cielo!», fueron sólo algunos de ellos.
Una historia que no puede dejar a nadie indiferente. Definitivamente, los perritos son ángeles enviados del cielo para ayudarnos a ser mejores. ¿Alguien puede atreverse a decir que no tienen sentimientos?