En un mundo ideal el ser humano comprendería que solo el amor tiene la capacidad de transformar el mundo y que el primer paso para avanzar como sociedad es respetarnos y respetar a los animalitos.
Sin embargo, la realidad es otra y nos topamos con historias que tristemente nos demuestran que hay seres que solo piensan en perjudicar a los más vulnerables, seres sin una gota de buenos sentimientos que al parecer solo viven para tratar a los perritos como si fueran muebles desechables.
El incidente ocurrió en Campobasso, Molise-Italia.
Esta es la historia de Ricky, un adorable perrito de caza que por años sirvió a su familia llenando al cien por ciento sus expectativas. Pero el tiempo pasa y con ello las habilidades del perrito se iban disminuyendo, ya no era ese can enérgico que tanto beneficiaba a sus dueños por los que estos simplemente dejaron de alimentarlo.
El perrito no tuvo más opción que comer piedras para intentar sobrevivir, su estado de salud era deplorable, necesitaba atención médica con urgencia para poder salvarlo.
Ricky es un perro de caza raza Setter.
Afortunadamente, el perrito logró ser rescatado por Ugda del Molise, una organización que promueve la adopción de los canes más vulnerables.
Cuando Ricky fue rescatado no tenía pelo, sufría de leishmania, una infección que se trasmite a través de un mosquito, tan solo pesaba 8 kilos, tenía un grave problema en las glándulas salivales y todos sus dientes estaban desgastados por comer tanta piedra en su intento de evitar morirse de hambre.
El perrito tiene cerca de seis años.
Su estado de salud era realmente grave, fue necesario un largo y delicado proceso para que sus cuidadores comenzaran a ver cambios notables, a través de la página de Facebook la organización comentó que su cabello ha vuelto a crecer y en un par de semanas logró duplicar su peso, ahora pesa 19 kilos.
También comentaron que ha mejorado su problema con las glándulas salivales. Al respecto comentan:
“Descubrimos que basta con meterlo al coche para excitarlo, así logra producir niveles elevados de adrenalina que provoca que la glándula se desinfle sin necesidad de aspiración”.
La organización ha realizado un increíble trabajo para mejorar la calidad de vida de Ricky, hoy día su estado de salud ha mejorado al cien por ciento, fue castrado y ha recibido terapia para ayudarlo a olvidar ese pasado tan doloroso. Finalmente la organización comentó:
“Para salvarlo ahora solo necesitaría el calor de un hogar real. Hicimos todo lo posible para cuidarlo en cuerpo y alma, ahora esperamos poder darle la serenidad de una familia”.
De corazón, deseamos que este dulce perrito logre encontrar un verdadero hogar al lado de personas que le den el infinito amor que merece.
Ningún perrito debe padecer tanto sufrimiento por culpa del ser humano ¡Ya basta del maltrato animal! Alcemos la voz y sigamos exigiendo leyes que velen por su bienestar. ¡Comparte!