Pese a su gran tamaño, Tucker es un perrito de esos que crecen y crecen pero continúan comportándose como un cachorro. Su familia no tiene el menor problema con ello, pues adoran consentirlo. No obstante, el can ha venido haciendo algo que los tiene conmovidos: el peludo comenzó a compartir su comida con su mejor amigo.
Este perrito es un ser verdaderamente generoso.
Todos sabemos que la comida es algo sagrado para cualquier animal y más cuando la criatura se ha criado como señor y rey de un territorio. Pues esto es precisamente lo que ocurría con Tucker hasta el momento en que hizo de un peluche su compañero fiel.
Se trata de un esponjoso cordero, casi del tamaño del perrito.
Katelyn Buckley, la madre de Tucker, comenta lo amistoso y protector que ha sido el can desde que estaba cachorro. Él es de esa clase de perritos con una lealtad infinita y que se siente en el deber de velar por las personas a las que quiere.
“Es muy protector con nosotros, especialmente si no reconoce a alguien que se nos acerca”, explicó Katelyn.
Pero no nos confundamos que el perrito en realidad es bastante temeroso y su mamita nos comenta cuales son las cosas que lo atemorizan.
“Es todo un bebé grande cuando se trata de insectos volando sobre él, truenos o ruidos fuertes. Todo eso le asusta», dijo Katelyn.
El rol de este perrito está aún por definirse, su madre insiste en que es el bebé de la casa pero él insiste en querer cuidar a los suyos e intimidar a todos los desconocidos que se le acerquen.
Tan protector es Tucker que ahora vuelca todo su cariño sobre un corderito acolchonado.
El peluche se ha convertido en su mejor amigo y lo lleva consigo a cualquier parte de la casa pero lo que más ha sorprendido a su familia es que, tal como un padre, Tucker le ha dado por alimentarlo.
«Siempre lleva algún peluche en la boca y se queja emocionado con ellos todavía en la boca. Los lleva a la cama con él y comparte su comida con ellos, especialmente con el cordero», dijo Buckley.
Katelyn comenta que este perrito ha tenido infinidad de juguetes a lo largo de su vida, siempre les ha gustado per la conexión que desarrolló con la oveja de peluche no tiene precedente.
“Él toma su juguete y lo coloca suavemente con la cara en el tazón, después lo vuelca y esparce la comida”, dijo.
Precisamente en esa rutina pilló Katelyn al perrito en el conmovedor vídeo que colgó en su cuenta de TikTok.
Desde entonces las imágenes se han vuelto virales, no hay quien no se enternezca con la inocencia de Tucker cuando toma al cordero en su boca y lo pone frente al tazón, procurando que se alimente.
Él es un padre ejemplar.
Aunque la rutina no es nueva, el desenfreno del perrito con este peluche tiene asombrada a su dueña. La mujer había pensado siempre que el can lo hacía en modo de broma pero ahora está clara de que para Tucker el asunto es bastante serio y planea seguirle el juego.
¿Quién querrá romper sus ilusiones después de ver este vídeo?
Nuestras mascotas siempre nos sorprenden con sus juegos y ocurrencias, pero lo más gratificante de todo es que detrás de cada nueva aventura dejan relucir sus hermosos sentimientos.
Turcker podrá huir ante los insectos voladores, pero jamás dejará de alimentar a su tierno corderito. Por eso y más, Katelyn sabe que su can es un verdadero encanto.
Este perrito nos demuestra el verdadero valor de la amistad y deja nuevamente al descubierto lo inocente y leales que pueden ser los de su especie.