A lo largo de la historia han existidos hombres y mujeres que hasta hoy son reconocidos por su importante aporte a la sociedad o el liderazgo que ejercieron en el mundo en determinado momento. Sin embargo, no sólo los humanos tienen la capacidad de dejar huellas imborrables a través del tiempo, y por tal motivo en esta oportunidad queremos dar a conocer la historia de un héroe canino llamado Kael.
Este labrado de sólo 3 años vivía en Colombia y aportó mucho a la seguridad de su país.
Quizás algunos se pregunten cómo es posible que un simple perro se gane el honor de ser reconocido por toda una nación. La respuesta es sencilla, aunque el trabajo que hay detrás haya sido bastante arduo.
Este amiguito trabajaba con las patrullas antinarcóticos, detectando cultivos ilícitos en Tarazá, Antioquia, y durante años se destacó por sus habilidades en el trabajo y su obediencia.
Toneladas de estupefacientes fueron retenidas gracias a la intervención de Kael, quien indirectamente estaba salvando vidas con su servicio.
Eso ya lo convertía en un héroe.
Para el 2018 en la zona existían más de 3.720 hectáreas de cultivos ilícitos, según un registro ofrecido por las autoridades y contra esto luchaba el perrito.
Tristemente la luz de este héroe se apagó durante una jornada.
El patrullero Luis Rico, incondicional compañero de Kael, relató recientemente qué ocurrió el 16 de octubre de 2018 cuando el labrador perdió la vida.
Rico y el peludo salieron esa mañana a hacer patrullaje por una conocida zona en busca de nuevas plantaciones, de pronto recibieron la llamada por radioteléfono de un compañero de otro pelotón.
Luis y Kael eran inseparables.
El hombre había informado que uno de sus colegas había pisado una mina antipersonas. “Los nervios se alteran”, recuerda Rico. Y el asunto se puso peor al escuchar la orden del comandante que los llamaba a alistarse para tomar medidas de seguridad.
Todo el pelotón debía prestar apoyo para lograr regresar a la base de la patrulla, era muy probable que la zona que estaban supervisando estuviese minada de bombas antipersonas.
Estos explosivos suelen ser puestos cerca de los cultivos ilícitos.
Kael y Rico debían seguir la orden, así que comenzaron la misión de guiar a los compañeros heridos hasta la base. El perrito estuvo siempre al frente hasta el momento en que Rico notó que estaba dando círculos extraños y después se sentó firme en un lugar.
Kael había activado una mina y sólo intentó proteger al pelotón.
“Cuando el perrito se sentó, el único tiempo que tuve fue para voltearme de lado porque nos activaron un explosivo de manera controlada. Yo quedé inconsciente. Cuando volví a reaccionar sólo sentía el olor a pólvora, un pitido de los oídos horrible. Me pasaba la lengua por los labios y los tenía llenos de bombas, como cuando no le dan fuegos”, dijo Rico con la voz cortada.
Ese trágico instante quedó grabado en la memoria del oficial que también resultó lesionado por la explosión.
“Mi perrito estaba llorando, hubo un momento en el que pude abrir los ojos y medio moverme, en ese instante lo vi, estaba ahí, a mi lado, cuando vio que me pude mover, se calmó”.
Lesionados, el grupo fue transportado en un helicóptero hasta la clínica de Montería. En el viaje, Rico recibió oxígeno y a Kael un apósito abdominal para controlar la hemorragia.
Después de 24 horas de estar internado en la clínica, el hombre recibió la noticia de que su peludo había fallecido.
Momento en que el pelotón fue transportado.
Aunque han pasado más de 2 años, Rico no olvida a Kael y agradece su fidelidad hasta último momento.
“Empecé a llorar, porque gracias a él yo estoy acá. Estoy completo, me puedo valer por mí mismo. Si no fuera por él, créame que yo no estaría contando esta historia. Yo no perdí a un amigo, yo perdí a un compañero de vida.”, dijo Rico.
Este patrullero se recuperó de sus lesiones y afortunadamente no perdió ninguna extremidad pero sí a su amigo fiel. Kael no sólo formó parte importante de la vida de Rico, sino de todo el grupo antinarcótico por eso su heroísmo es reconocido hasta la actualidad.
En el cielo debieron alegrarse de recibir a este valiente perrito, comparte la historia de Kael y envíale tu reconocimiento y bendiciones.