El tiempo no perdona ni a los humanos ni a nuestras mascotas, por ello es común que nuestros perritos se vuelvan un poco más lentos con el paso de los años, o que se enfrenten a grandes limitaciones que los obligan a vivir la vida de una forma completamente diferente a la que siempre estuvieron acostumbrados.
Justamente lo último fue lo que le sucedió a este perrito de 11 años llamado Charlie, que hace algunos años tuvo que decirle adiós a sus dos ojitos a causa del glaucoma, una patología que afecta la visión gradualmente de quien la padece hasta causar la ceguera.
Este es Charlie, un perrito muy anciano que perdió la visión
Sin embargo, el cambió no pareció impactar mayormente la vida de Charlie, o al menos no inmediatamente, pues poco a poco e inevitablemente el estilo de vida del perrito se volvió muy tranquilo, hasta el punto de no querer hacer nada más que acostarse en el suelo.
Gracias a alguien muy especial, Charlie logró animarse un poco
Pero recientemente alguien en la vida de Charlie le regaló una segunda juventud. Los dueños del perro, Chelsea Stipe y su esposo, tuvieron la maravillosa idea de conseguirle un compañero canino para que sus últimos años de vida fueran un poco más emocionantes, y el resultado fue todo un éxito.
Pronto Charlie parecía el perrito alegre que una vez fue
Así fue como después de llevar a casa a un cachorrito llamado Maverick, todo en la vida de Charlie cambió para mejor. Rápidamente los dos perritos se convirtieron en los mejores amigos, y la energía y entusiasmo del cachorrito inspiró al más viejito a ser un poco más dinámico.
Ellos juegan como si ambos fueran unos hermanos cachorritos
Antes, sus dueños le compraban muchos juguetes a Charlie y él rara vez les daba uso. Ahora que Maverick está en su vida, los dos no pueden parar de jugar juntos.
Pero no todo es diversión para Maverick
Maverick es apenas un cachorro de meses, pero aún con su corta edad él parece entender a la perfección que su compañero canino está experimentando la vida de una manera completamente diferente a él, al no tener el sentido de la vista.
Maverick ha demostrado ser un compañero muy leal para Charlie
Este cachorrito tiene los actos más tiernos hacia Charlie, él le pone los juguetes en frente para que los encuentre, lo guía para que siga caminando por el camino correcto cuando salen de paseo y se le suele ver durmiendo junto a su compañero como una forma de asegurarle que no está solo.
La amistad de estos dos perritos es la más dulce y sincera de todas
Charlie y Maverick quizás sean diferentes, pero es precisamente estas diferencias las que han convertido su amistad en algo tan puro. Aunque nada podría hacer que los años le pesen menos a Charlie, Maverick se ha encargado de mostrarle a su amigo que todavía le quedan muchos años de vida llenos de felicidad y alegría.
Ciertamente la amistad es algo fundamental para todos, incluso para los pequeños animales. ¡Comparte esta historia con otros para que siempre lo tengan presente!