En estas fechas es normal encontrar en las calles, plazas, portales, o en algún lugar de la ciudad, figuras que simbolizan el nacimiento del niño Jesús.
Realmente es una emotiva tradición que invita a detener el paso de quienes transitan por el lugar para admirar el pesebre o el Belén que representa la celebración de la Navidad.
Hace un par de noches, Nádia Rosângella pasaba por un Belén que habían instalado en una plaza cerca de su casa, en Brasil. Todas las figuras estaban cuidadosamente colocadas en su lugar, pero había algo que diferenciaba a este nacimiento del resto… y aunque era distinto no dejaba de ser especial.
El cachorro era la viva imagen de paz, ternura y comodidad.
Tradicionalmente, el pesebre se deja vacío hasta el día de Navidad, pero en esta ocasión, y para sorpresa de todos, fue ocupado por alguien inesperado que, sin lugar a duda, inspiraba una gran ternura.
Nádia estaba muy conmovida y emocionada cuando vio que un adorable amigo peludo había encontrado en el pesebre un espacio acogedor, y tras darse cuenta de que nadie lo estaba reclamando, decidió que sería el lugar perfecto para acurrucarse y tomar una siesta. Y evidentemente lo fue.
«Me sorprendió mucho… ¡Era una escena tan hermosa y pura!», dijo Nádia.
Al principio, no estaba claro de dónde venía el perro, pero Nádia cree que lo abandonaron hace un tiempo y ahora vive en la calle, y sin ningún otro lugar a donde ir, se refugió en el pequeño pesebre.
Pero al hacerlo parece que el cachorro también se aseguró de que sus circunstancias solitarias no pasaran desapercibidas, y Nádia conmovida pensó en buscar la manera de ayudar al perrito.
Incapaz de llevarse al cachorro a casa, ella sola decidió tomar algunas fotos y enviarlas a sus amigos en la comunidad local amantes de los animales. En muy poco tiempo este adorable amigo peludo pasó de encontrar en el pesebre un lugar lleno de paz donde pasar la noche, a recibir mucho más…
«Un amigo lo encontró y se lo llevó a casa», dijo Nádia.
Gracias a su papel improvisado en la escena de la Navidad de esa noche, el dulce cachorro recibió la oportunidad que tanto deseaba…
Nadie puede negar que la Navidad es una época de amor.
«Me siento feliz y en paz sabiendo que está a salvo», dijo Nádia.
Y aunque este perrito recibió su regalo adelantado, es el mejor y más grande presente que jamás se hubiese imaginado recibir.
«Amo mucho a los animales y deseo lo mismo para todos», agregó Nádia.
Sin querer, este cachorro protagonizó una de las escenas que conmemora la época más hermosa del año dejando un mensaje vivo de amor y ternura.
No te quedes sin compartir esta historia, qué mejor manera de desearles a todos tus seres queridos unas felices fiestas.