Esperanza es una perrita bastante generosa cuyo triste pasado la llevó a realizar el más hermoso acto de amor al adoptar a unos gatitos desamparados y sin hogar.
La madre amorosa tuvo unos inicios bastante difíciles en este mundo pero tras perder a sus bebés decidió adoptar a una camada de gatitos huérfanos.
Esta perrita es un claro ejemplo de la fuerza que tiene el instinto materno.
Esperanza es de Playa del Carmen (México) y con solo un añito de vida ya había conocido la peor cara de la vida en la calle.
Al ser rescatada por los voluntarios del refugio local, Coco’s Animal Welfare, estas personas se percataron de que la peluda había dado a luz recientemente, pero no hubo manera de dar con sus perritos.
El futuro de los cachorros es incierto, no pudieron localizarlos.
Con semejante antecedente, a los rescatistas no le pareció extraña la tristeza que la perrita mostró durante sus primeros días en el refugio.
Aunque intentaban animarla y convencerla de que a partir de ese momento su vida sería mejor, no había manera de levantar su ánimo. Parecía que la peluda daba todo por perdido.
Pero su espíritu cambió cuando unos gatitos huérfanos llegaron al lugar
Casi al mismo tiempo en que la perrita llegó, también fueron acogidos tres felinos de solo días de nacidos y la conexión que se estableció entre ellos fue inesperada para todos.
Resultó que Esperanza halló en los pequeños a los receptores de todo el amor de madre que cargaba consigo y que lamentablemente no había podido darle a sus pequeños.
La llegada de la canina a la vida de los gatitos también fue una bendición.
Sin una mamá que los proveyera de lechita era difícil que salieran adelante, debido a su debilitamiento y poco tiempo de nacidos. Por eso cuando la perrita se acercó a ellos y mostró intenciones de amamantarlos, los rescatistas decidieron no poner objeción alguna.
¡Sí! Por extraño que parezca, Esperanza se encargó de amamantarlos
Los voluntarios decidieron concederles a la perrita y a sus nuevos hijos el espacio suficiente para que se conocieran y se sintieran cómodos.
La peluda agradeció eso, pues lo que más deseaba era cuidarlos y alimentarlos como a sus propios pequeños. A partir de allí comenzó la rutina de la nueva madre que consistía en comer, descansar y velar por la camada.
Esta sí que es una familia interespecie.
Después de dos semanas de velar por los gatos, Esperanza conoció a quienes se convertirían en su nueva familia humana. Lo bueno es que estas personas aceptaron llevarla a casa junto a sus bebés adoptivos.
Si es poco común que alguien rescate a una familia entera, más curioso es que fuesen de especies diferentes.
La estadounidense Evi Pover estaba de vacaciones de la isla en el verano cuando por cuestiones del destino conoció a Esperanza y sus singulares hijos.
«Estábamos de vacaciones en Playa del Carmen y tres días después, decidimos acariciar gatitos en Coco’s Animal Welfare. Cuando nos íbamos, nos preguntaron si nos gustaría ver una perritaque estaba amamantando una camada de gatitos. Hubo un vínculo instantáneo entre Esperanza y mi hijo, así que decidimos adoptarla», relató Evi.
La perrita amamantó a los gatitos unas semanas antes de que se mudaran a los Estados Unidos. Fue Evi quien decidió bautizarla como Esperanza por el papel que la peluda cumplió en la vida de los mininos
Dan, el hijo de la mujer, tuvo un vínculo inmediato con la perrita y ahora todos son una hermosa familia.
Esperanza logró el hogar que tanto merecía.
«La primera vez que vino a nosotros, no sabía lo que era el alimento para perros o los juguetes. Tuvimos que enseñarle. Ahora ella atesora sus juguetes y le encanta jugar. Ella ha sido una bendición. Es una chica muy especial”.
El desamparo unió a estos animalitos pero el amor los ha hecho inseparables, sin duda los humanos tenemos mucho que aprender de esta criaturas.