Existen muchas razas caninas en todo el mundo, todas ellas con distinto temperamento y cualidades que las diferencian entre sí. Pero, si hablamos de velocidad, tendremos que referirnos a la saeta peluda protagonista de nuestra siguiente historia.
Una escena tan disparatada como divertida se vivió en la pista de carreras de la secundaria Logan High School, ubicada en el estado de Utah, Estados Unidos. Al sonar el pistoletazo de salida de una competencia de 4 X 200, las participantes nunca se imaginaron lo que ocurriría en la línea de meta.
Justo en el final de la carrera, surgió un can en la cancha de atletismo para demostrar que no tiene rival. La peluda corrió tras las competidoras y las rebasó una a una hasta coronarse como la campeona indiscutible, al mejor estilo del jamaiquino Usain Bolt.
Superó a la estudiante Gracie Laney, quien cursa su último año en la institución. La chica estuvo a milímetros de ganar la justa, pero, perdió por una nariz y unas patas endemoniadamente veloces.
Sangre, sudor y lágrimas le costó a Laney ponerse en el primer lugar. No obstante, cuando se percató del animal, más que preocuparse por ganar, se cuidó de no tropezar y lastimar a la perrita, así que no le importó llegar en segundo lugar.
Antes de los pasos finales, la joven aún no se había dado cuenta de quién era aquella temible competidora quien amenazaba con arrebatarle su sitial de honor. Sin embargo, la perrita la venía siguiendo desde hacía 30 metros atrás.
Las imágenes fueron compartidas en un video que se regó como la pólvora en las redes sociales. Las escenas muestran cómo en los últimos metros de la carrera, esta pequeña pero muy rápida peluda parece volar, llevando una correa en el hocico.
“Al principio, pensé que era otra corredora y me sorprendió porque teníamos una ventaja bastante buena. A medida que se acercaba pensé: ‘Eso es demasiado pequeño para ser una persona’, y luego me di cuenta de que era un perro”, agregó la joven.
Felizmente, Gracie antepuso sus ansias de triunfo en bienestar del animal, eso sin perder jamás su espíritu competitivo. Fue muy cuidadosa de no dañar al canino, mezcla de Carl Lewis y Usain Bolt de cuatro patas.
“Cuando la perrita cruzó en mi carril, tuve miedo de tropezar con ella, y luego me preocupé de que la pudiese clavar con mis púas. Todo sucedió tan rápido”, añadió la joven atleta.
Lo cierto es que aún no se sabe de dónde salió el animal, o a quién pertenece. Tampoco se supo qué fue de él, pero, sin duda protagonizó uno de los momentos más divertidos de estos últimos días de pandemia.
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