Crumpett es una hermosa perrita de raza Jack Russell que desapareció sin más de su casa cuando apenas tenía 3 meses de edad.
Su familia la buscó desesperadamente y hasta ofrecieron una jugosa recompensa a cambia de cualquier información sobre la peludita.
Crumpett tenía placa de identificación y microchip, así que pensaron que la encontrarían en cuestión de tiempo.
Lamentablemente, los años pasaban y la familia entera comenzó a perder las esperanzas.
Mike, el padre de la familia, se sintió con el corazón roto. La situación resultó aún más dura para sus hijas Tallulah y Elektra que en aquel tiempo tenían 8 y 7 años de edad, respectivamente.
Después de un par de años, comenzaron a perder la esperanza de volver a ver a la cachorrita. Para sorpresa de todos, un veterinario llamó a Sarah, la madre, el pasado 12 de junio.
Habían pasado casi casi 11 años desde que Crumpett había desaparecido pero finalmente alguien la había encontrado.
“Mi reacción al recibir la llamada fue de incredulidad. Es milagroso que haya regresado a nuestras vidas”, dijo Sarah.
El veterinario les explicó que la habían hallado en un campo de golf. Los vecinos del lugar les explicaron que no sabían de dónde había llegado la peludita y todo parecía indicar que alguien la había dejado allí para deshacerse de ella.
La familia se encontraba más feliz que nunca de reencontrarse con su vieja mascota pero no todo eran buenas noticias.
Crumpett se encontraba en un lamentable estado de salud y la habían utilizado para sacarle crías.
“Ni siquiera sabíamos si la reconoceríamos sabiendo que habían pasado 11 años”, dijo Sarah.
Crumpett tenía los oídos severamente infectados y había quedado sorda. Además, ya es una peludita mayor y tiene muy poca energía.
Sin embargo, cuando se encontró con su familia los reconoció al instante y movió su colita de un lado a otro para celebrar ese momento tan especial.
Necesitará recibir tratamiento de por vida pero sus dueños están dispuestos a darle todo el amor del mundo.
“Siento que la abandonaron porque ya tiene 11 años y no puede tener más crías”, dijo Sarah.
En efecto, la perrita tiene signos de haber tenido muchas camadas a lo largo de los años. Alzamos la voz en contra de la triste suerte de Crumpett. Nadie debería poder usar a los animalitos sin más para sacarles crías y lucrarse con ellos, especialmente si son perritos robados que pertenecen a una familia preocupada que los extraña mucho.
Une tu voz y comparte esta nota para crear conciencia sobre la injusta situación que tuvo que pasar esta perrita durante tantos años.